Muchas personas cuando se encuentran en un momento de mucho estrés o de aburrimiento suelen tener el hábito de comerse las uñas de los dedos de la mano. Aunque intenten evitarlo suele suceder que la costumbre hace que esto suceda sin darnos cuenta.
Esta costumbre se conoce como onicofagia y su causa puede estar relacionada a diferentes factores. La doctora Vanessa Herrera, del Instituto Nacional de Salud Mental (INSM) describe que “Hay conductas de modelaje. Si mi hermana mayor lo hace, yo también. Ocurre porque está normalizado en las familias. En algunos casos pueden tener un componente hereditario, pero también pueden ser un síntoma de ansiedad”.
Uno de los efectos que genera el comerse las uñas es una sensación de calma debido a la descarga de tensión. “Todo mecanismo de succión es un mecanismo básico de placer, asociado a la lactancia, al pecho de mamá que nos da seguridad, alimento, calor. El problema es cuando esto se vuelve continuo”, sostiene la experta.
Los niños suelen hacer uso de este mecanismo auto estimulatorio y se considera que es una actitud común hasta los 5 años. Debe prestarse atención que el comerse las uñas no se transforme en algo compulsivo y genere lesiones en los dedos.
Herrera destacá sobre este riego:“Si vemos al niño que se lastima a tal punto que se hace daño, los padres deberían llevarlo primero a su control de Niño Sano . Se debe enfatizar el lavado de manos, los chequeos parasitológicos, descartar problemas intestinales sanitarios y de caries, sin olvidar evaluar su salud emocional”.
Otra situación que puede estar relacionada es la fiebre. Algunos niños reaccionan ante ella comiéndose las uñas por lo que es importante tomarle la temperatura. Reseña la web Salud360
“Si es un menor, hay que ver si está estresado, quizá no se adapta al colegio, los padres se están separando. Puede tener una madre muy crítica que lo hace sentir inseguro, puede sentir que no lo quieren. Tal vez hay detrás un desorden alimenticio. Hay que analizar caso por caso”, expresa la especialista.
Informe21