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Comerciantes no tienen otra opción que acostumbrarse a las colas

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Comerciantes no tienen otra opción que acostumbrarse a las colas

Desde principios de año, cuando reinauguraron el abasto Bicentenario, en el centro comercial Judibana de Puerto La Cruz, el ambiente ha estado tenso. Son muchas las personas que amanecen formadas a las afueras del lugar para adquirir los productos de la cesta básica que venden en el supermercado, y otras tantas las que se quedan sin comprar.

 

Esa situación ha desatado revueltas como la ocurrida el domingo, cuando la gente de la cola derribó una de las rejas del centro comercial, en vista de que los guardias nacionales han tomado la medida de cerrar el acceso al Judibana a las 4:00 pm.

 

Eso perjudica a los demás comercios que funcionan en el lugar. Nancy Ruiz, gerente del centro médico Total Salud, ubicado en el primer piso del centro comercial, indicó que, en su caso, los pacientes son los que pagan las consecuencias.

 

“Hemos tenido que entregar exámenes a través de las rejas del portón. Un día tuvimos que esperar hasta las 8:00 de la noche para salir”.

 

Ruiz informó que en días pa­sados varios de los inquilinos se reunieron para tratar de buscar una solución. Comentó que les propusieron a los guardias y encargados del Bicentenario que despacharan a quienes se quedaran sin recibir número.

 

“Si reparten 500 números diarios, qué hacen los demás formados. Nos dijeron que no podían sacar a nadie de las colas porque toda la comida estaba llegando allí, ya que el Bicentenario de Guaraguao está cerrado y el de la Intercomunal tiene las cavas dañadas. Según ellos, debemos acostumbrarnos a esta situación”.

 

Ruiz dijo que tanto ella como sus compañeros han dejado de percibir ganancias porque en las tardes no permiten pasar a casi nadie.

 

“Tengo entendido que uno de los locales que se ha visto más afectado es la farmacia SAS. En la panadería las ventas también han decaído bastante”.

 

El propietario del estaciona­miento, quien evitó identificar­se, comentó que varios vehícu­los han sufrido daños por las botellas y piedras que arroja la gente de la cola. Manifestó que las personas “se están poniendo muy agresivas y ya no le temen a los guardias”.

 

Alicia Fernández es la pre­sidenta del condominio del Judibana. Ella ha tratado -en lo posible”- de atender las quejas de los comerciantes. Dijo que ha recibido las mismas respuestas por parte de los guardias.

 

“Dicen que deben cerrar para evitar un saqueo, y que las órdenes vienen de Caracas. Hemos intentado pasar cartas a la gobernación y a la alcaldía de Sotillo, pero ellos están de manos atadas. Menos mal que el Bicentenario ha respondido por todos los daños. El mismo domingo en la noche mandaron a colocar otra vez la reja que tumbaron”.

 

Gente cochina

 

Lorena Jiménez, encargada de la Distribuidora y Peluquería De todos actual, manifestó que las personas de las colas han llegado a su establecimiento a pedir el baño prestado. Ella se ha cohibido de ofrecerlo por seguridad.

 

“Como no encuentran dónde hacer sus necesidades, las hacen en las escaleras. Varios clientes se han quejado porque eso amanece podrido a orine y pupú”.

 

 

Joanna Posada / El Mío jposada@eltiempo.com.ve

 

EL TIEMPO

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