La ingesta de uva puede ayudar a disminuir el riesgo de obesidad, así como a mejorar las bacterias del intestino, de acuerdo con un reciente estudio publicado en la revista Journal of Nutritional Biochemistry, basado en dos estudios de laboratorio.
Según los científicos, el consumo de uva logra ayudar a compensar los efectos negativos de una dieta alta en grasas, incluyendo enfermedades del corazón, la hipertensión y la diabetes.
Los resultados de los estudios han revelado que la composición única y diversa de antioxidantes llamados polifenoles presentes en la uva logra ayudar a disminuir el porcentaje de grasa corporal, los depósitos de grasa subcutánea y visceral, los marcadores de inflamación en el hígado y mejorar la tolerancia a la glucosa. Una serie de favores para la salud que debemos tener presente en general y para la diabetes tipo 2, en particular.
Conjuntamente, consumir uva extiende la diversidad microbiana y la reducción de varias bacterias perjudiciales en el tracto intestinal.
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