El síndrome del comedor nocturno es un trastorno de la conducta alimentaria -como la bulimia, la anorexia o el trastorno por atracón- en el que se come una gran cantidad de calorías luego de la cena. Es decir, ingieren alimentos durante toda la noche, incorporando el mayor porcentaje de las calorías diarias en estos horarios; por el contrario, durante el día se encuentran con inapetencia y consumen poca comida.
Estas personas comienzan a tener hambre a partir de la tarde o noche y realizan una cena equilibrada en cantidades; el problema comienza en el momento de ir a dormir, ya que comen durante toda la noche.
Los síntomas
– Inapetencia durante el día;
– Desayunos y almuerzos muy pequeños;
– Ingestas no copiosas durante toda la noche;
-Elección de alimentos altos en hidratos de carbono durante la noche;
– Insomnio. Necesidad de comer algo para conciliar el sueño, repetición de este ciclo a lo largo de la noche;
– Culpa y angustia por relación con la comida;
-Personas con un alto grado de ansiedad,
-Aumento de ingestas nocturnas durante períodos de mayor estrés (emocional, laboral, relaciones interpersonales).
Causas y consecuencias
Una de las causas de este problema es psicológica y/o psiquiátrica. Son personas con predisposición a estrés, ansiedad y conflictos emocionales.
Una de las consecuencias de este problema es el insomnio, que se produce por varias razones. Al no comer de día, la persona acumula hambre, que se sacia durante la noche y se convierte en un circuito alterado. Por otro lado, la digestión de los alimentos provoca complicaciones para conciliar el sueño y, si consigue dormir, se despierta frecuentemente.
Las personas con este problema realizan las actividades diarias tras noches de insomnio, lo que provoca ansiedad y estrés y genera que coma compulsivamente para calmar estos estados. Esto muestra que el insomnio es causante del trastorno y, a la vez, consecuencia del mismo. Otra consecuencia de este trastorno es la obesidad: un porcentaje muy elevado sufre sobrepeso.
Diagnóstico
Para diagnosticar este síndrome se utilizan registros alimentarios donde la persona escribe los alimentos, cantidades y horarios de sus ingestas. Una de las dificultades en su diagnóstico es que a veces se confunde con insomnio puro o con otro tipo de desorden alimentario, el trastorno por atracón. ¿Cuál es la diferencia con éste? Es que estos pacientes no realizan ingestas tan grandes y descontroladas como para ser diagnosticados con desorden por atracón, sino que comen durante toda la noche varias ingestas que no son tan abundantes.
Ante la duda de padecer este síndrome, es importante consultar al médico.
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