Los callos en los pies se originan cuando descuidamos esta parte de nuestro cuerpo. Si bien hay muchos factores que influyen en su aparición, la falta de hidratación y el uso de algunos tipos de calzado suelen ser las causas principales. Se trata de unas durezas notorias, por lo general en la zona plantar, que suelen ser el resultado de la presión que sufren nuestros pies al soportar el peso y ciertas incomodidades.
No representan un problema grave, pero son antiestéticos y pueden presentar complicaciones como las infecciones por hongos y el agrietamiento.
Por eso, aunque no generen molestias, es conveniente darles un tratamiento para ablandarlos y restablecer la salud de la piel.
La buena noticia es que, además de los productos comerciales, existen soluciones caseras de bajo costo que brindan interesantes efectos en poco tiempo.
Entre estas opciones nos encontramos con un preparado de aspirinas y limón que, aplicado de forma regular, remueve las células muertas para facilitar la eliminación de este problema.
¿Estás lista para probarlo?
Tratamiento de aspirinas y limón para combatir los callos
El tratamiento casero de aspirinas y limón es una sencilla fórmula que se ha popularizado por su capacidad para exfoliar los pies y reducir el tamaño de los callos.
Aunque no se trata de una solución “milagrosa” con efectos inmediatos, su uso habitual ablanda las durezas y deja la piel suave y renovada.
Sus ingredientes son mucho más económicos si los comparamos con otros productos industriales y, por si fuera poco, son libres de químicos agresivos para la piel.
Beneficios de las aspirinas
Las aspirinas son fármacos de acción analgésica y anticoagulante que suelen emplearse en el tratamiento de los dolores de cabeza, las dificultades circulatorias y la fiebre.
Sin embargo, más allá de estos populares usos, su composición le permite ser una interesante opción para mejorar el aspecto de la piel.
Su alto contenido de ácido salicílico, un beta-hidroxiácido, ayuda a exfoliar y limpiar la superficie cutánea, ablandando las partes duras que se forman en los pies.
Este componente altera el ambiente que necesitan los microorganismos para proliferarse y, gracias a esto, ayuda a detener las infecciones por hongos.
Es ideal para promover el proceso de regeneración celular, ayudando a curar las grietas que suelen formarse por el exceso de sequedad.
Además, su acción antiinflamatoria reduce la sensación de cansancio y ayuda a mejorar la circulación.
Beneficios del limón
Lo conocemos por sus aplicaciones culinarias y medicinales. No obstante, el limón también es un ingrediente con importantes beneficios para la salud de la piel.
En este caso en particular, ayuda a eliminar las células muertas que se acumulan en las zonas duras de los pies, reduciendo notoriamente su tamaño.
Sus vitaminas y minerales regeneran las células y reducen ese antiestético aspecto duro, seco y agrietado.
Sus ácidos tienen un efecto antifúngico que combate los hongos que producen el pie de atleta.
Cuenta con un efecto aclarador que se puede aprovechar para reducir las manchas amarillas o grises que se dan por este problema.
¿Cómo preparar este tratamiento de aspirinas y limón?
Si deseas aprovechar los beneficios de la mezcla de aspirinas con limón, no dudes en seguir las siguientes instrucciones para la elaboración del remedio.
Ingredientes
5 aspirinas
El zumo de un limón
1 cucharada de miel (25 g) (opcional)
Utensilios
Calcetines
Piedra pómez
Preparación
Pon las aspirinas en un motero y tritúralas hasta obtener un polvo fino.
Incorpora el polvo de aspirinas en un cuenco limpio y mézclalo con el zumo de un limón.
Si lo deseas, agrégale también una cucharada de miel para aprovechar sus cualidades hidratantes.
Mezcla todos los ingredientes hasta que queden bien integrados.
Modo de aplicación
Enjuaga los pies con agua tibia y jabón para eliminar la suciedad de su superficie.
Sécalos con una toalla suave y, enseguida, frótales el tratamiento sobre los callos.
Ponles unos calcetines ajustados para fijar el producto durante 30 o 40 minutos.
Pasado el tiempo indicado, enjuágalos con agua tibia y masajéalos, 2 o 3 minutos, con la piedra pómez.
Esta última te permitirá retirar con más facilidad los restos de piel muerta.
Seca bien los pies antes de usar cualquier calzado y repite el tratamiento 2 o 3 veces a la semana.
¿Lista para consentir tus pies en casa? Si tienes callos, o si los notas demasiado secos, prepara este sencillo tratamiento y dales un aspecto renovado.
Fuente: mejorconsalud