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Pero el cuento no se ha acabado. Las elecciones presidenciales en Paraguay le dieron la victoria una vez más al Partido Colorado (Asociación Nacional Republicana, ANR) que ha gobernado el país por más de 70 años, con el breve intervalo de la presidencia del obispo izquierdista Fernando Lugo (2008-2012)– aunque la disputa interna en sus filas quizás depare nuevos capítulos.

 

 

El presidente saliente, Mario Abdo Benítez, que dejará el cargo el 15 de agosto, solo felicitó por Twitter a su compañero de tolda política Santiago Peña, que se impuso en los comicios con 42,7% de los votos. El nuevo mandatario es asociado con el expresidente Horacio Cartes (2008-2013), a quien el gobierno de Estados Unidos denunció por lavado de dinero y supuestos vínculos con el terrorismo.

 

 

Abdo Benítez y Cartes luchan por el control de esa formidable maquinaria que es el Partido Colorado, que entre mediados de la década de los cincuenta del siglo pasado y finales de los años ochenta fue el sostén político de la férrea dictadura de Alfredo Stroessner, uno de los tantos dictadores militares del Cono Sur del continente asociado con la tristemente célebre Operación Cóndor, responsable de miles de muertes y desapariciones. A la caída de Stroessner, por un golpe militar encabezado por su consuegro, los «colorados» lograron recomponerse en la transición democrática del país.

 

 

La Venezuela democrática debe agradecer  al presidente Abdo Benítez su compromiso con la defensa de los derechos humanos en nuestro país y la denuncia del régimen de Nicolás Maduro. «Lo que pasa en Venezuela son cuestiones de defensa de valores de convivencia, no hay libertad, no hay seguridad para la oposición, con la mayor migración de la historia reciente de venezolanos, que han salido a consecuencia del régimen de Maduro y de la falta de oportunidades y de la opresión y la persecución», dijo en más de una ocasión y en  foros con sus pares de la región.

 

 

Aldo Benítez dejará a su país con el mayor crecimiento económico proyectado en la región (4,3%) y una de las más bajas tasas de desempleo (5,7%). También en su período se duplicó la deuda externa que pasó de 6.403 millones de dólares a 12.880 millones de dólares.

 

Paraguay abre el ciclo electoral de este año en Suramérica. Le seguirán Chile, donde el 7 de mayo se elegirán los 50 miembros del Consejo Constitucional que, junto con 24 expertos, tendrán la tarea de proponer un nuevo texto constitucional para desechar la carta magna heredada de la dictadura de Augusto Pinochet; el 13 de agosto, Argentina realizará elecciones primarias para elegir los aspirantes presidenciales de partidos y coaliciones y el 22 de octubre serán los comicios generales (la misma  fecha de las primarias de la oposición en Venezuela, que es un proceso convocado al margen del régimen en el poder).

 

 

América Latina cada vez más dirime sus diferencias en las urnas. En Venezuela –que fue un faro luminoso en la región, como también ha dicho Abdo Benítez– ni siquiera hay un día señalado para votar. Miraflores lo acomoda a su gusto y conveniencia.

 

Editorial de El Nacional

 

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