Colombia y Venezuela fueron considerados como los países «menos pacíficos» de Latinoamérica debido a los conflictos socio-políticos y la violencia interna, según un estudio publicado este miércoles por el Instituto para la Economía y la Paz.
El Índice de Paz Global, elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz, sitúa a Colombia, empatado con Venezuela, en el puesto 140, el peor de los países latinoamericanos, mientras que Uruguay es el más pacífico de la región en el 50.
El Instituto, con sede central en Sídney y oficinas en ciudades como Londres, Nueva York, Harare y Ciudad de México, evaluó en su decimoséptimo informe los niveles de paz en 163 países y territorios (99,7 % de la población mundial).
Después de Colombia y Venezuela, los países latinoamericanos más bajos en el índice son Brasil (132), Haití (129), Nicaragua (123), El Salvador (122), Honduras (120), Perú (103), Cuba (99), Ecuador (97), República Dominicana (93) y Bolivia (78), mientras que Paraguay y Panamá comparten el puesto 68.
Europa, con Islandia y Dinamarca a la cabeza, vuelve a ser la región más pacífica del mundo, mientras que entre los países latinoamericanos se ubican en mejores posiciones Costa Rica (39)- unos siete puestos por debajo de España-, Uruguay (50), Argentina (54) y Chile (58).
COLOMBIA Y EL COSTE DE LA VIOLENCIA
El estudio señala que Colombia es uno de los países que más sufren por el impacto económico de la violencia debido «al número de refugiados y de personas internamente desplazadas».
Con un coste del 28,6 % de su PIB en 2022, Colombia integra la lista de los ocho países -encabezada por Ucrania, Afganistán, Sudán, Corea del Norte, Somalia y República Central del África- en donde el impacto económico de la violencia representa más de un quinto de su economía.
Este informe también enfatiza que Colombia experimentó un deterioro en su estabilidad política a raíz del «malestar social» y la polarización política de cara a las elecciones presidenciales de mayo de 2022.
«Las tensiones relacionadas con las profundas divisiones en el seno de la sociedad colombiana, incluso tras la elección del actual presidente Gustavo Petro», precisa el documento.
Colombia, país que acoge a más de 1,7 millones de desplazados e inmigrantes venezolanos, sigue afrontando la violencia por parte de grupos armados de disidentes y de las mafias del narcotráfico, que afectan especialmente a comunidades históricamente violentadas: la afrocolombiana, los indígenas y las campesinas.
UR