El comunicado reafirma el compromiso de Colombia con el respeto a la vida, la promoción de la paz y la solución de dos Estados, y aclara que la ruptura es «un paso necesario para rechazar la violencia y expresar el apoyo a una solución pacífica y justa»
La Cancillería colombiana negó de plano las acusaciones de antisemitismo esgrimidas tras el anuncio de la ruptura de relaciones diplomáticas con Israel.
«Esta decisión se dirige exclusivamente a la ruptura de relaciones diplomáticas y nunca contra el pueblo israelí ni contra las comunidades judías, ya que nos unen lazos históricos y de amistad que persistirán», aseguró el ente diplomático en un comunicado de prensa.
La nota reafirma el compromiso de Colombia con el respeto a la vida, la promoción de la paz y la solución de dos Estados, y aclara que la ruptura es «un paso necesario para rechazar la violencia y expresar el apoyo a una solución pacífica y justa».
Los llamados de Colombia a la paz y a la solución definitiva del conflicto palestino-israelí, según Exteriores, no han sido escuchados.
«Por el contrario, lo único que ha recibido el país y el presidente Gustavo Petro han sido insultos, acusaciones tergiversadas de antisemitismo y actos inamistosos por parte del gobierno de Israel y sus representantes», dice el comunicado.
Y agrega que «Colombia no puede ser cómplice ni guardar silencio manteniendo relaciones diplomáticas con un gobierno que se comporta de esa manera y enfrenta tan graves acusaciones de la comisión de un genocidio, crímenes de guerra y violaciones al Derecho internacional Humanitario».
Según la nota, la Cancillería informará a la Embajada de Israel en Bogotá el alcance de la medida adelantada por el presidente Petro; los funcionarios diplomáticos colombianos en Israel retornarán a Colombia, pero los nacionales de Colombia en Israel y en Palestina seguirán recibiendo la asistencia y servicios necesarios por parte de la Sección Consular de la embajada en Tel Aviv.
El 1 de mayo, Petro anunció desde Bogotá que este 2 de mayo se romperán las relaciones diplomáticas con Israel, «por tener un presidente genocida».
El ministro de Exteriores israelí, Israel Katz, acusó a Petro de «premiar a los asesinos y violadores de Hamás» y «ponerse del lado de los monstruos más despreciables conocidos por la humanidad que quemaron bebés, asesinaron niños, violaron mujeres y secuestraron a civiles inocentes». Katz recordó que «las relaciones entre Israel y Colombia siempre han sido cálidas» y aseguró que «ningún presidente antisemita y lleno de odio podrá cambiar eso».
El 7 de octubre, un ataque coordinado por Hamás contra más de 20 comunidades israelíes resultó en aproximadamente 1.200 fallecidos, alrededor de 5.500 heridos, y la captura de 253 rehenes, de los cuales cerca de 100 fueron posteriormente liberados en intercambios de prisioneros. En represalia, Israel lanzó una declaración de guerra contra Hamás y emprendió una serie de bombardeos sobre Gaza, que han dejado hasta el momento casi 34.600 palestinos muertos y más de 77.700 heridos.
Rusia y otros países instan a Israel y Hamás a pactar un alto el fuego y abogan por una solución de dos Estados, aprobada por la ONU en 1947, como la única vía posible para lograr una paz duradera en la región.
GV