El gobierno de Juan Manuel Santos rechazó en un comunicado la «perversa práctica» de la guerrilla, que ofreció armar a los campesinos en paro en el Catatumbo
El Ministerio del Interior señaló a las FARC de poner a la población en riesgo al ofrecer sus armas y combatientes para «acompañar» el paro que desde hace más de un mes adelantan campesinos del Catatumbo, región del departamento de Norte de Santander, fronterizo con Venezuela.
El Ministerio «rechaza de manera categórica el anunció de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de acompañar las protestas porque exponen de manera permanente a la población civil a situaciones de riesgo».
Asegura que las infiltraciones de las FARC en las protestas «se ha convertido en un gran obstáculo» para alcanzar acuerdos que permitan superar el paro y poner fin a las vías de hecho que le han causado gran afectación a los pobladores de la región y graves pérdidas económicas.
Miles de campesinos del Catatumbo, una región rica en petróleo, pero abandonada por el Estado, reclaman del Gobierno la declaración de una Zona de Reserva Campesina (ZRC), mejoras en vías, y alternativas para la sustitución de cultivos ilícitos.
El Gobierno se ha negado a establecer las ZRC por «imposición» y ordenó a las fuerzas de seguridad de Estado desbloquear las vías ocupadas por los jornaleros.
En el comunicado, el Ministerio del Interior le recuerda a las FARC que hasta tanto «no se firme la paz» son una organización ilegal, investigada por la Justicia y sin la posibilidad de hacer política a través de su perversa práctica de mezclar armas y política».
El Gobierno colombiano y las FARC adelantan conversaciones de paz desde noviembre del año pasado en Cuba, en donde buscan salidas negociadas al conflicto armado que aqueja al país desde hace más de medio siglo.
Las partes ya firmaron un primer punto: el referente al tema de tierras y, discuten el segundo punto, que tiene que ver con la posible participación de los rebeldes en política una vez se firme la paz.
Fuente: Infobae