El coliflor es una verdura que aporta multitud de beneficios a nuestro organismo. Es una fuente de fibra y de vitaminas y aunque su olor no nos guste demasiado, podemos hacer que huela mucho menos, si añadimos un poquito de leche o una miga de pan, mientras la cocemos.
Ingredientes:
– 1 Coliflor cortada en pequeños ramilletes
– Aceite de oliva viergen extra
– Una nuez de mantequilla
– 2 cucharadas de harina
– 500 ml de leche
– Sal
– Nuez Moscada
– Pimienta negra
– 100 gr de queso rallado
– 100 gr de jamón cocido en taquitos
– 2 huevos duros
Preparación
Lavamos el coliflor y lo deshacemos en sus ramilletes. Una vez lo tenemos limpio y sin arena, lo ponemos en una olla con agua hirviendo y para que no se oxide le añadimos un poco de zumo de limón. Además para que no desprenda su olor tan característico y que nos gusta tan poco, ponemos en la olla unas migas de pan.
Dejamos que el coliflor se cueza durante unos 25 minutos, hasta que lo pinchemos y veamos que está tierno.
Mientras el coliflor se hace, vamos preparando la bechamel. Para ello, derretimos la mantequilla en una sartén, y una vez que está derretida, la mezclamos con las dos cucharadas de harina. Dejamos que la harina se tueste un poco para que no tenga sabor crudo.
Ponemos la leche a calentar en un cazo y cuando está empezando a hervir, la vamos añadiendo poco a poco a la olla con la mantequilla y la harina. Removemos para que vaya cogiendo cuerpo y para que no haya ningún grumo, durante aproximadamente unos 15 minutos.
Una vez que vemos que la bechamel va cogiendo forma, le ponemos la sal, la pimienta negra y la nuez moscada.
Ya con el coliflor cocido, lo ponemos sobre el recipiente que vamos a meter en el horno, y le añadimos los taquitos de jamón cocido y el huevo duro también partido en trocitos. Le ponemos por encima la bechamel, y sobre ésta el queso rallado.
Gratinamos en el horno a 180 grados durante unos 10 minutos hasta que la bechamel y el queso rallado se doren.
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