La docente e investigadora social, Colette Capriles, aseguró que es «correcta» la estrategia de La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) de congelar el diálogo que mantenían con el Gobierno para superar la crisis política en el país porque no ha arrojado resultados y se ha visto entorpecido por voceros oficialistas.
En tal sentido, reiteró que «es doblemente correcto» ir al diálogo y «doblemente correcto retirarse cuando no funciona y se convierte en algo inútil» porque no se ha avanzado en ninguno de los «espacios de negociación» que el Gobierno se comprometió a discutir. «Había cuatro temas muy específicos sobre los cuales el Gobierno accedió a iniciar conversaciones que debían llevar a algún resultado, pero hay voceros del oficialismo que con sus declaraciones desafiaron el diálogo».
Los puntos que puso la MUD desde un principio sobre la mesa para intentar llegar a acuerdos con el Gobierno son la Ley de Amnistía, el desarme de los colectivos, transparencia en escogencia de candidatos al Consejo Nacional Electoral y Tribunal Supremo de Justicia y la conformación de una Comisión de la Verdad plural.
Capriles afirma que así como dentro de la oposición hay quienes han criticado la postura de la MUD de ir al diálogo acusándolos de «colaboracionistas», igual sucede del lado del Gobierno donde hay algunos voceros que «en la práctica sabotean con sus acciones y palabras el diálogo».
Si el Gobierno no se sienta con honestidad en la mesa de diálogo no tiene ningún sentido hacerlo. «Hemos visto que asumen compromisos formalmente, escuchan a ciertos interlocutores como a los empresarios en el ámbito económico, pero en la práctica no honran sus compromisos de ninguna manera», aseguró.
Reconoce que hay un patrón de «actuación política» contrario al diálogo por parte del Gobierno y es la razón esencial por la que no puede continuar en la manera como se venía dando.
En este sentido, señaló que la decisión de la MUD lleva el mensaje de que no posible ir al diálogo mientras «se está actuando con violencia de Estado. Lo que el Gobierno mandó como mensaje es represión injustificada, desproporcionada y que hay que reconocer como un mensaje que ya no está en el ámbito de lo político sino en la represión de Estado. Se pasó un umbral» en el caso de la represión de los campamentos.
Explicó que es la MUD tomó la decisión correcta en este momento, pues no ir al diálogo es «una herramienta de presión, porque están por llegar los cancilleres que sirven como mediadores».
Mediadores serios
Sostuvo que no es cierto que los cancilleres de Unasur sean «delegados del Gobierno», aun cuando fueron propuestos por este como mediadores en el diálogo. «Una de las cosas que paradójicamente ocurrió y no fue para nada del agrado del Gobierno es que estos cancilleres decidieron tomarse en serio su papel de mediación y se quedaron impresionados por el tipo de datos que obtuvieron en su última visita, cuando empezaron a detallar los casos de violencia de Estado».
Explicó que estos tienen interés en que las cosas marchen bien, «no solamente en estimular un diálogo para seguir haciendo negocios. Hay un interés político de lograr cierta estabilidad en Venezuela, entender los cuáles son los resortes de la protesta y de inquietud social que hay».
Indicó que el Gobierno no se va a atrever a tomar alguna decisión «definitiva con respecto al diálogo en este momento», pues considera que debe mantener la impresión de que apuestan al diálogo.
«Probablemente el Vicepresidente (Jorge Arreaza) o el canciller Elías Jaua terminarán conversando con los cancilleres de Unasur y dirán que quieren avanzar, pero que no han podido porque hay terrorismo por parte de la oposición. Y por otro lado, van a seguir el discurso antidiálogo que va a impedir avanzar» en ese ámbito, afirmó.
Consideró que la visita de los cancilleres podría ser aprovechada por el Gobierno para anunciar una medida a favor de Iván el Simonovis, para que estos digan que hay voluntad de avanzar, «aunque sea un poquito».
VÍCTOR LA CRUZ | EL UNIVERSAL
