Con el nuevo tabulador de precios que rige los servicios médicos que ofrecen las clínicas privadas en todo el territorio nacional, un cateterismo cardíaco no podrá facturarse más allá de los 5 mil Bs.
La normativa gubernamental publicada en la Gaceta Oficial número 40.196, fijó el costo del examen entre los 3.500 hasta los 5.000 bolívares, como precio máximo. Ante el anuncio, la Asociación de Clínicas privadas de Ciudad Guayana (Asocligua), aseguró que el precio real de ese procedimiento varía entre los 30 a los 100 mil bolívares, dependiendo de la instrumentación aplicada con los pacientes.
«A nuestro entender eso no se hace en clínicas tipo 2 y 3, solo en la 1 con mayor tecnología de punta. Además su precio a la fecha está entre los 35.000 a 40.000 Bs solo el diagnóstico. Si se usan componentes terapéuticos dependiendo de su número ( Stent) puede sobrepasar los 100.000 bolívares en promedio», agrega un comunicado de Asocligua.
De concretarse el monto establecido por el Indepabis, muchas instituciones de salud afiliadas a Asocligua, se verán obligadas a limitar la ejecución de este tipo de procedimiento, vital para los enfermos.
Los representantes de las clínicas de Guayana, insisten que los precios fijados en la Gaceta Oficial 40.196, están calculados con un diferencial del 40% del costo real de los insumos.
«El listado público carece de fundamentos apegados a la realidad. Ni siquiera fue calculado de acuerdo al rango inflacionario que maneja el Banco Central de Venezuela (BCV). Otro de los puntos no tomados en cuenta por la Superintendencia Nacional de Costos y Precios (Sundecop) fue la devaluación del 46% de la moneda. Las clínicas reciben facturas con incrementos operativos que sobrepasan el 70%», agrega el comunicado del gremio de Ciudad Guayana.
Asimismo denunciaron que varias instituciones del estado y empresas del ramo asegurador, han ejercido presión para que los cobros sean estrictamente lo que refleja la providencia administrativa número 294 del Indepabis.
«Para nadie es un secreto que la mayoría de la empresas aseguradoras con contadas excepciones, incumplen con sus obligaciones, tanto con los asegurados como con nuestras clínicas, con niveles altísimos de morosidad y que en el transcurrir del tiempo, se convierten en cuentas incobrables. Es frecuente escuchar entre nuestra población, de los aumentos desmedidos de los costos de las pólizas de cualquier tipo, cuando sabemos que no tienen la autorización de la Superintendencia de Seguros de hacerlos», agrega el escrito.
«Facturas sin reintegro»
En un encuentro con los medios de comunicación el pasado viernes, Eduardo Mathison, presidente del Centro Médico Docente La Trinidad y vocero de la Asociación Venezolana de Clínicas y Hospitales (AVCH), destacó que el 10% de las facturas as pendientes por servicios prestados «nunca llegan a cobrarse y, ese dinero se pierde».
«Históricamente el 10% de la facturación por cobrar queda en el limbo. Las clínicas como cualquier otra empresa en el ejercicio económico tiene deudas que nunca las cobra. Por ello, necesitamos que el Gobierno y las aseguradoras se pongan al día, para no empeorar los fondos», enfatizó.
Para el representante de la AVCH, los inventarios sufren modificaciones al no percibir el normal flujo de caja. «Cuando las deudas y el conflicto de la importación de insumos se torna grave, nuestros inventarios se fulminan. Insistimos en el pago oportuna, para poder ofrecer la atención de igual manera», acotó.
Fuente: EU