En El Tigre, quienes van al Abasto Bicentenario se quejan porque además de calarse la cola en las afueras del establecimiento también deben armarse de paciencia para cancelar
Colas van y colas vienen. Así transcurre la jornada de usuarios que madrugan a diario para comprar los productos de la cesta básica que están escasos.
En el centro y sur de Anzoátegui, la largas filas son la estampa permanente en las afueras de los Abastos Bicentenario, donde además del sol, la lluvia y el calor, los clientes a veces aguantan empujones cuando hay una multitud de consumidores.
Ni la implementación del sistema biométrico ni la organización para entrar al recinto han podido acabar con el calvario que padecen los usuarios.
En El Tigre, este jueves, el acceso al supermercado gubernamental, ubicado en el C.C. Petrucci de la avenida Miranda con Winston Churchill, era fácil. La razón es que no había ninguno de los productos más buscados como pollo, carne, harina de maíz detergente, pañales y lavaplatos.