Aunque el nombre “tabla de quesos” puede sonar sencillo, como poner unos trozos de queso sobre una tabla de madera, en realidad es un arte un poco más complejo. Por eso te traemos estos tips para hacer una tabla de quesos sofisticada.
A la hora de recibir amigos en casa, una de las ideas más elegantes y de buen gusto es servir una tabla de quesos con un buen vino.
1. Incluye una variedad de texturas y sabores
La mayoría de los quesos pertenece a una de las cuatro categorías básicas: añejo, suave, firme, o azul.
Para una buena variedad, elige al menos uno de cada grupo. También puedes probar seleccionar los quesos por el tipo de leche utilizada (vaca, cabra, oveja). Esto asegurará una gama de diferentes sabores en el plato.
Y no olvides etiquetar cada queso para no tener que recitar los nombres toda la noche. Si lo deseas también puedes anotar algunos adjetivos que describen su sabor.
2. Sirve al menos un queso familiar
Aunque para impresionar a tus amigos y familiares quizás lo primero que te venga a la mente sea servir quesos exóticos o importados, siempre es bueno incluir uno o dos quesos familiares para aquellas personas que no les gusta probar cosas nuevas.
3. No te olvides de los acompañamientos
Aunque la tabla es de quesos, siempre se sirve con acompañamientos como una selección de panes, incluyendo baguette en rodajas, palitos de pan y galletas de diferentes formas y tamaños.
Es una buena idea variar el sabor y la textura entre los panes así como lo hiciste con los quesos.
4. Añade encurtidos, conservas, embutidos y salsas
Los encurtidos, verduras en conserva y las salsas son rápidas y sin complicaciones.
Prueba añadir conservas dulces o miel, salsas picantes y ácidas, y mostazas picantes. También puedes agregar corazones de alcachofas, pimientos rojos asados, aceitunas y huevo escalfado.
Otra gran idea es añadir embutidos como jamón y salami, o nueces confitadas y pistachos. Hay frutas secas y de temporada que puedes incluir como los higos, cerezas, manzanas y peras.
5. Sirve a temperatura ambiente
Retira el queso del refrigerador una hora antes de servirlo para que esté a temperatura ambiente; el queso frío pierde su sabor.
Fuente: El Gran chef