Nos ha pasado a todos: vemos a una persona por primera vez y algo se enciende por dentro, ¡sabemos que queremos elegirla para compartir la aventura de la vida! Si hay suerte, a esa persona le pasa exactamente lo mismo con nosotros y la magia se deja ver desde el minuto uno. Si no, es posible que haya que desplegar un arsenal de seducción «hasta que caiga».
Y aquí viene un error garrafal y, desgraciadamente, muy común: una vez que tenemos con nosotros a esa pareja que tanto hemos deseado, el agotamiento que se nos queda después de todos nuestros esfuerzos de seducción nos hace descuidarnos a nosotros mismos y tendemos a sentir que nos ha tocado un premio.
Es en ese momento en el que te vienen a la cabeza pensamientos de fragilidad, hay que ponerse manos a la obra: a más autoestima, más amor para dar y para recibir. En la medida que te conozcas mejor como persona y te valores más, con tus virtudes y defectos, dejarás salir todos esos atributos que te hacen especial y que hacen que tu pareja se sienta realmente enamorada.
Si no sabes cómo manejar está situación, existen hábitos que hacen que mejores tu autoestima automáticamente.
Fuente: Cosmopolitan
Por Confirmado: David Gallardo