La margarina es más económica que la mantequilla, y lo cierto es que hay una buena razón para que así sea: está inundada de las insalubres grasas trans, causantes de diversas afecciones y enfermedades. Si eres una fiel consumidora, hoy te damos algunas razones para no consumir margarina. ¿Estás preparada para conocerlas?
1) Relacionada con enfermedades graves
Se relaciona la margarina con el riesgo de padecer un ataque al corazón, diabetes y hasta cáncer, todo por su gran contenido en grasas trans. Tanto así que, según investigadores de la Universidad de Harvard en los Estados Unidos, consumir media cucharadita de margarina adicional (más de una cucharadita), incrementa la posibilidad de sufrir un ataque al corazón en un 50%.
Hay datos que arrojan cifras alarmantes, parece ser que las personas que llevan una dieta occidental ingieren más del doble de grasas trans recomendadas por día.
2) La margarina y las grasas trans en cifras
Para que tengas una idea…
La margarina puede tener hasta un 15% de grasas trans
La mantequilla contiene un 3% de grasas trans
La margarina de alimentos horneados a nivel industrial puede estar compuesta hasta de un 30% de grasas trans.
3) El peligro de superar el máximo diario a ingerir de grasas trans
El máximo se refiere a lo que se puede consumir sin que resulte perjudicial para la salud. ¿Sabes cuánto es? Tan solo 2 gramos; o lo que es igual a la mitad de una rosquilla. Si te pasas, podrías conseguir que tu colesterol malo suba y el bueno disminuya, además de contribuir a la obstrucción de las arterias, aumento de la tensión y favorecer la obesidad.
4) Otras afecciones derivadas del consumo de grasas trans
Desafortunadamente, unas cuantas más conforman la lista de enfermedades que podemos contraer si consumimos un exceso de grasas trans: desde diabetes tipo 2, pasando por linfoma, cáncer de próstata, problemas hepáticos e infertilidad femenina.
5) Ataques al corazón
Lo antes expuesto no es poco, pero todavía queda añadir que los ataques cardíacos son más que probables cuando la alimentación incluye grasas trans de forma excesiva. Grasas animales, piel de pollo y yemas de huevos son, entre otros, los alimentos que tienen grasas trans. Pero para no desviarnos del tema en cuestión, debemos recordar que la margarina posee estas grasas en altas concentraciones, así como también todo aquello que se encuentre elaborado con este ingrediente.
La recomendación es leer atentamente las etiquetas y evitar el consumo de margarina en bloque o bien en productos que la contenga.
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