El concesionario La Venezolana se encuentra en un proceso jurídico por presunta estafa a los clientes. Acá cinco claves del caso.
1.- La Venezolana se dio a conocer en septiembre de 2013 cuando publicó un anuncio en la prensa nacional ofreciendo al público los carros de la marcha china Hawtai. En ese entonces se habló de cinco modelos: DongFeng, ZNA, H530, Brillance y JMC. En ese mismo mes se anunció que la empresa tenía el permiso para importar los vehículos de la marca Brillance, también de China.
2.- La empresa estableció sede en el kilómetro 9 de la carretera Panamericana, estado Miranda. Tenían también una sede en el Centro Empresarial «Metro Sur», de Valencia.
3.- La importadora de vehículos recibió el pago de cuotas iniciales para la compra de vehículos. El costo de los vehículos que ofrecían, de acuerdo a su sitio web, iban desde Bs. 198.000 a Bs. 398.000. En abril publicó dos grandes avisos en la prensa nacional. En uno (8 de abril) aseguraban que venían en camino al país 1.500 vehículos y en otro (9 de abril) una lista de los adjudicados.
4.- En varias ocasiones publicó avisos en la prensa nacional donde descalificaba a los grandes ensambladores por «negarle la posibilidad de adquirir un carro» a los venezolanos. En su página de Facebook, presentan los modelos y también una fotografía de un documento de «acuerdos» con las empresas chinas exportadoras de los vehículos.
5.- El sábado 17 de mayo el gobierno ordenó la ocupación de la empresa porque «vendía vehículos que no existían en el país», aseguró el ministro Herbet García Plaza. El lunes 19 se congelaron las cuentas de la compañía. Se estima que más de 5.000 fueron afectadas.
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