Un estudio publicado recientemente por la revista Tobacco Control reveló que los adolescentes que utilizan cigarrillos electrónicos son más propensos a iniciarse en el tabaquismo más tarde que los consumidores regulares de nicotina.
Dicha conclusión fue realizada por los investigadores luego de realizar un sondeo con más de dos mil personas en edad escolar durante 2013, para conocer sus hábitos o regularidad en el uso del cigarrillo.
El estudio demostró que la población joven que utilizaba cigarrillos electrónicos en 2013 tuvo mayor probabilidad de tardarse un año o más tiempo en iniciarse como consumidor regular respecto a la población que no utiliza este dispositivo.
Al menos el 98 por ciento de los participantes en la encuesta aseguró que había probado el cigarrillo electrónico, al considerar que era más saludable que el consumo directo del cigarrillo convencional.
Sin embargo, la transición entre usuario del cigarrillo electrónico hacia el tabaquismo o consumo de cigarrillo normal fue asociado en estudios posteriores a factores educativos, económicos o familiares de cada individuo.
Un estudio publicado noviembre de 2014 por el Instituto Nacional de Salud Pública de Japón determinó que el vapor del cigarrillo electrónico contiene acroleína, glioxal (o ethanedial) y metilglioxal, sustancias generadoras de cáncer.
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