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Cifras | La precariedad salarial es la epidemia que arrasa al sector público

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Cifras | La precariedad salarial es la epidemia que arrasa al sector público

De acuerdo con las cifras del Observatorio Venezolano de Finanzas en su Índice de Remuneración de los Trabajadores Venezolanos (IRT), la Administración Pública ha reducido su nómina en más de 400.000 trabajadores en los seis años, por lo menos, ya que en 2015 el número de empleados del Estado se estimaba en 3.200.000 trabajadores activos y esa cifra cayó a 2.800.000, según la entidad.

 

 

Sin embargo, fuentes sindicales consultadas por Banca y Negocios señalan que, con la pandemia, la mayoría de las instituciones públicas están semiparalizadas, a tal punto que hay miles de empleados con permisos que se prolongan por meses; de hecho, hay casos de trabajadores al servicio del Estado que migraron al exterior sin presentar renuncias o cesar formalmente la relación de trabajo.

 

 

El IRT señala que claramente por qué, según las mismas fuentes sindicales, más de 60% de los empleados públicos tiene trabajos adicionales o se dedican a actividades informales: el salario formal promedio en la administración del Estado cayó 82,7% entre enero de 2021 y el mismo mes de 2021.

 

 

Mientras el salario promedio en el sector privado fue de 70,1 dólares, en las instituciones públicas se ubicó en 4,7 dólares.

 

 

– Por funciones –

 

 

De acuerdo con el IRT del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), los diferenciales entre los ingresos devengados por trabajadores del sector privado y los empleados del Estado, según sus funciones, son realmente impresionantes.

 

 

Los obreros y operadores en el sector público ganan, en promedio, 91,6% menos por mes que sus similares en la empresa privada.

 

 

Los profesionales y técnicos al servicio del Estado devengan un ingreso promedio 94,4% por debajo los cargos similares en el área privada.

 

 

En cuanto a los cargos gerenciales, el diferencial entre el salario promedio del sector privado y el público alcanza a 95,5%.

 

 

La estrategia del gobierno ha sido informalizar cada vez más el salario y hacer que sus empleados dependan cada vez más de subsidios, tanto en bonos como en repartos constantes de alimentos y otros insumos de consumo básico.

 

 

Las fuentes dicen no tener una idea de cuánto representa ese pago en especie que reciben los trabajadores del Estado, pero reconocen que se trata de uno de los mínimos incentivos válidos para conservar un cargo en el gobierno.

 

 

Con la pandemia de covid-19, la práctica de trabajar horarios recortados o ejercer funciones a distancia se masificó, mientras que los permisos y reposos son cada vez más frecuentes, por cuanto los empleados públicos necesitan «rebuscarse».

 

 

– Un Estado gigantesco –

 

 

El 26,6% de la fuerza laboral en el mercado formal está en el sector público, según el IRF, de manera que el Estado es por poco el mayor empleador formal del país, ya que la fuerza laboral del sector privado absorbe 25,9% de los trabajadores formales.

 

 

El OVF observa que en 2000 el Estado generaba solo 14% de los trabajos formales en el país, de manera que el número de empleados públicos ha aumentado 100% en poco más de dos décadas.

 

 

La estructura del sector público ha crecido de manera sostenida desde que el expresidente Hugo Chávez llegó al poder. Las señales fueron tempranas: cuando el exmandatario lanzó las misiones sociales no recurrió a la estructura de recursos humanos que ya estaba al servicio del gobierno, sino que decidió crear estructuras nuevas, lo que, de acuerdo con algunos estudios, es capital para entender por qué la política social es tan costosa y con elevados niveles de ineficiencia.

 

 

Además, la nómina pública abarca a organizaciones sociales y políticas que están en la periferia de la institucionalidad del Estado.

 

 

– El sector privado –

 

 

El sector privado tampoco ofrece una remuneración suficiente ni competitiva en términos internacionales. Si se miran los promedios por sectores, ninguno de los ingresos mensuales puede cubrir una canasta mínima alimentaria, salvo en los cargos gerenciales, que representan solo 1,4% del empleo total, según la ocupación.

 

 

Sin embargo, la dolarización ha elevado el poder de compra de los ingresos en el área privada. De acuerdo con el OVF, 46% de las remuneraciones del sector privado se pagaron en divisas estadounidenses en enero de 2021, mientras que un año antes esa proporción era de 17,4%.

 

 

De acuerdo con los datos de la consultora Conestructuras, la dolarización de las nóminas en el área privada genera una fuerte brecha en materia de poder adquisitivo entre los trabajadores de una misma empresa.

 

 

Mientras que los gerentes y directores reciben entre 70% y 95% de sus remuneraciones en divisas, mientras que, en el otro extremo, los operarios u obreros perciben una proporción que va entre 20% y 50% de sus salarios en moneda extranjera.

 

 

La tendencia es que la proporción de bolívares en las remuneraciones se haga aún más pequeñas para todos los cargos.

 

 

En su cuenta de Twitter, Nayma Consultores, otra empresa especializada en consultoría de capital humano, apunta un dato relevante: «Trabajando con los datos de la encuesta obtenemos que salario diario de los obreros en el sector privado es de 1.98 USD en promedio. Supera levemente el límite de pobreza extrema estimado en 1.90 USD diarios de acuerdo con el Banco Mundial».

 

 

Banca y Negocios

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