La Comisión Interamericana de Derechos Humanos otorgó el miércoles medidas cautelares a nueve extranjeros privados de su libertad en Venezuela, y le pidió al gobierno que vele por su integridad y les facilite la comunicación con familiares y abogados de confianza.
El capitán neerlandés de la embarcación N35 –identificado como Willem Frederik de Rhoodes–, su esposa neerlandesa y siete tripulantes, de nacionalidad paquistaní, húngara, española, panameña y tres de Honduras, fueron detenidos a mediados de junio mientras buscaban pedazos de buques hundidos durante la Segunda Guerra Mundial en el mar Caribe, cerca de la costa oriental de Venezuela.
Según la resolución, los tripulantes de la embarcación permanecerían “sin posibilidades reales de activar mecanismos internos para la protección de sus derechos frente a las condiciones de detención”.
La Comisión “no cuenta con información por parte del Estado que permita apreciar las acciones que se estarían tomando para atender o bien mitigar la situación de riesgo” de los detenidos. En consecuencia, solicitó a Caracas que adopte medidas necesarias para proteger sus derechos, e indique si “se les han imputado delitos y si han sido presentados ante un tribunal competente”.
La CIDH “respondió a nuestra solicitud y concedió medidas de protección a los tripulantes de la embarcación N35 arbitrariamente detenidos en Venezuela”, declaró la organización humanitaria local Foro Penal..
La Comisión también le solicitó a Venezuela que facilite a las autoridades consulares de sus respectivos países el “pleno acceso a sus expedientes judiciales, de existir”.
Las autoridades venezolanas no respondieron de momento a una solicitud de comentarios sobre el caso.
Funcionarios venezolanos interceptaron la embarcación en aguas de su zona económica exclusiva, un tramo de 370 kilómetros (200 millas náuticas) en el que un Estado con litorales como Venezuela tiene derechos exclusivos para explorar y explotar recursos. Las embarcaciones extranjeras cuentan con un derecho reconocido internacionalmente, conocido como “paso inocente”, siempre que la seguridad del Estado costero no se vea amenazada.
La CIDH es un órgano autónomo de la Organización de los Estados Americanos dedicado a supervisar y promover el respeto a los derechos humanos en el continente americano. Hace años Venezuela se retiró unilateralmente de la OEA, pero aun así la CIDH ha reafirmado su competencia para “recibir y tramitar peticiones y casos y otorgar medidas cautelares” en materia de derechos humanos en el país sudamericano.
Por apnews.com
