El músico aragüeño dirigirá el viernes 17 de junio a las 7:00 de la noche; el sábado 18, a las 6:00 de la tarde, y el domingo 19 de junio, a las 5:00 de la tarde, en la Sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño, la obra del compositor alemán Carl Orff.
“¿Que si me identifico con la cultura goliarda?”, repregunta serísimo Christian Vásquez. “¿Con los goliardos, quieres decir?”, respinga nuevamente y, acto seguido, deja escapar una risita nerviosa.
Sabe bien el director venezolano de orquesta que goliardos se refiere a los estudiantes pobres, juglares errantes, vagabundos pícaros, y clérigos de vida licenciosa, a quienes se atribuyen aquellos cánticos profanos de los siglos XII y XIII, hallados en la abadía de Bura Sancti Benedicti , en Baviera, y recopilados luego por el compositor alemán Carl Orff como canciones para solistas y coro bajo el nombre de Carmina Burana.
“Sí, fue Orff quien tomó 24 de esos 300 poemas goliardos, les puso música, y logró crear una pieza riquísima en melodías y ritmos, que exige una orquestación impresionante, y la presencia de tres solistas: una soprano, un contratenor y un barítono, para hablar acerca de la vida, los placeres terrenales, la riqueza, la naturaleza, las estaciones”, dice Vásquez acerca del origen de Cármina Burana, que dirigirá el viernes 17 de junio a las 7:00 de la noche; el sábado 18 a las 6:00 de la tarde, y el domingo 19 de junio a las 5:00 de la tarde, en la Sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño.
No es la primera vez que conduce la colección de cantos goliardos. Lo hizo primero, recuerda, con la Orquesta Juvenil Teresa Carreño en 2013. Y luego con la Sinfónica de Stavanger, Noruega, que tiene a su cargo desde hace tres años.
“Pero la había dirigido de la manera tradicional; es decir, para un concierto. Nunca de esta manera tan especial”, advierte Vásquez refiriéndose a que en este nuevo montaje de Carmina Burana participará la Coral Juvenil Simón Bolívar, la agrupación venezolana de world music Gaélica, así como 30 bailarines de danza contemporánea y hasta actores de teatro en escena.
“Será una experiencia única, sobre todo porque en este montaje se unirán artes como la daza, el canto, la música y el teatro. Es verdad que hay que asistir a las funciones con los cinco sentidos activados. Hasta los miembros de la coral tendrán que danzar”, agrega el director aragüeño, quien, sin menospreciar la belleza del O fortuna que da inicio al cántico de origen medieval, confiesa que su parte favorita es el In taberna.
“El O fortuna es hermoso, pero lo han usado para cualquier fin, incluso para musicalizar películas de terror, cuando extrañamente tiene que ver con todo lo contrario: con cantarle a la vida, a los placeres, a las estaciones, a la rueda de la fortuna, y otras imágenes de la era medieval. Yo prefiero el In taberna (En la taberna), en la que todos se entregan a la bebida. Bebe el Papa, beben los jóvenes, beben los adultos, beben los poetas, beben todos. Además de ser una pieza muy fresca, tiene una rítmica estupenda que inspira una explosión de alegría”, explica Vásquez, para quien el mensaje está más que claro.
“Hay que disfrutar la vida al máximo, porque no sabemos si mañana vamos a estar aquí. Hay que tratar de sonreír, de ser feliz y hacer feliz a quienes te rodean”, dice él, cuya agenda, sin embargo, está repleta de compromisos hasta el año 2018.
Los últimos días de agosto iniciará temporada musical, por ejemplo, con la Orquesta Sinfónica de Stavanger, con la cual partirá de gira a Rusia y Holanda; más tarde dirigirá conciertos en Finlandia, y en enero debutará como director en New Jersey, Estados Unidos.
“¿Que si yo me identifico con la cultura goliarda?”, pregunta Vásquez. “Digamos que me identifico con el concepto de disfrutar la vida. Pero los goliardos llevaban una vida, digamos, un tanto desordenada. Podría decirse que eran muy mala conducta, y yo soy una persona que se portan bien”, responde entre risas.
FUENTE: El Universal