Dos formaciones que se dirigían hacia Moreno protagonizaron un accidente. De acuerdo a la información oficial, una de las máquinas estaba frenada esperando la señal para ingresar a las estación Castelar cuando fue impactada por la otra
El Ferrocarril Sarmiento fue protagonista esta mañana, a las 7:07 horas, de un nuevo accidente en las vías. De acuerdo a la reconstrucción realizada por pasajeros, vecinos y la propia empresa, dos máquinas que circulaban sentido a Morón chocaron entre sí.
Cerca del mediodía, el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo confirmó tres víctimas fatales, aunque no reveló sus nombres. Poco antes de las 16, el funconario indicó que los heridos fueron 315 y son atendidos en distintos centros de salud de la zona. Precisó que hasta ese momento había 38 internados, de los cuales cinco estaban en terapia intensiva.
Según explicó Pablo Gunning, gerente de comunicaciones de UGOMS, una formación que circulaba rumbo a Moreno impactó con otra que estaba detenida. Si bien en un principio se creía que uno de los trenes estaba vacío, Gunning confirmó que los dos trenes tenían pasajeros a bordo.
Desde la Unidad de Gestión Operativa, Lineas Mitre y Sarmiento (UGOMS) también comunicaron que «en los instantes previos al impacto, de acuerdo al análisis que surge del monitoreo satelital, la formación frenó normalmente en la estación Morón. Posteriormente, la formación chapa 1 cruzó una primera señal a ‘precaución’ (lo que determina que debe bajar la velocidad) y las siguientes tres señales a ‘peligro’. De acuerdo al reglamento operativo, ante una señal de peligro el conductor debe detener completamente la formación, situación que no ocurrió».
En este sentido, desde la empresa aclararon que «los coches se encuentran habilitados por el Consejo de Profesionales de Ingeniería Mecánica y Electricista el pasado 11 de marzo de 2013».
Los primeros móviles policiales y el servicio de emergencias llegaron al lugar del accidente 20 minutos después de la colisión, según reportaron los vecinos. Una hora después, cuando ya se conocía la gravedad de la situación, el SAME –que suele operar sólo en Capital Federal– se sumó a las tareas de rescate con su titular Alberto Crescenti a la cabeza.
El secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, que también es médico, se presentó en el lugar y colaboró para sacar a las personas que se encontraban atrapadas entre los hierros retorcidos de las formaciones. El secretario de Transporte de la Nación, Alejandro Ramos, también llegó al lugar.
La causa quedó a cargo del juez federal de Morón Jorge Rodríguez y el fiscal Sebastián Basso, quienes serán los encargados de oficializar la cantidad de víctimas fatales.
Luego del accidente, gremialistas del Sarmiento criticaron el estado de los trenes pese a las obras que impulsa el Ministerio de Transporte e incluso denunciaron que una de las máquinas involucradas había tenido problemas con los frenos recientemente. «Cambiaron la pinturita de los trenes, pero todo fue igual», declaró el sindicalista Daniel Ferrari.
En este marco, cabe señalar que el Gobierno planteó la duda sobre si fue un accidente o se trató de un siniestro y ordenó la suspensión del servicio por 24 horas para que se realicen los peritajes necesarios para determinar las causas del choque.
En los primeros minutos del accidente se vivieron momentos de angustia, dolor y zozobra, y todos recordaron el trágico accidente en la estación de Once, donde fallecieron 51 personas. La mamá de Lucas Menghini Rey, María Luján Rey, recordó su padecimiento y lanzó duras críticas contra el Gobierno.
«Pintar los trenes y poner plasmas no soluciona nada; todas las grandilocuentes refacciones del ministro (en referencia a Florencio Randazzo) no tienen que ver con un cambio estructural. Siento bronca», dijo entre lágrimas a Infobae.
Los primeros testimonios
«Yo vivo al frente de la estación. Nos despertamos con una explosión terrible. Un tren chocó a otro que se dirigía por la misma vía. Hay gente atrapada y la Policía demoró 20 minutos en llegar», declaró Adriana, una vecina.
Y agregó: «Yo viajaba en el último vagón y por suerte no sentí un golpe fuerte. No había muchos pasajeros porque a la mañana viaja más gente de Provincia a Capital»
Fuente: Infobae