Utilizando 26 embriones «con taras y no aptos para tratamientos de fertilidad», en palabras del líder del equipo médico, Fan Yong, se logró que cuatro de ellos desarrollaran inmunidad frente al VIH, aunque el resto mostró mutaciones «no planeadas».
La investigación fue publicada en el último número del Journal onAssisted Reproduction and Genetics, donde se aclara que todos los embriones fueron destruidos a los tres días.
La modificación se realizó mediante una nueva técnica llamada CRISPR-Cas9, que según señaló a la revista especializada Nature el biólogo estadounidense George Dailey, experto en células madre, ha sido el principal éxito del equipo médico cantonés, al lograr éste una modificación genética más precisa de lo habitual.
Ésta es la segunda vez que un grupo de médicos chinos causa controversia por experimentos de modificación genética embrionaria, luego de que en abril de 2015 otro equipo de la Universidad Zhongshan, también en Cantón, anunciara que había podido manipular por primera vez genomas de estos embriones.
En aquel entonces se utilizó el método CRISPR-Cas9, con embriones obtenidos de una clínica de fertilidad.
La modificación de embriones continúa siendo una cuestión debatida en el mundo, porque si bien parece útil para el tratamiento de enfermedades hereditarias, incluidos algunos tipos de cáncer, también podría ser usada para el diseño de «bebés a la carta» y presentar con ello dilemas éticos.
Infobae