Cientos de personas marcharon en el centro de Santiago de Chile exigiendo la liberación de los detenidos durante la ola de protestas que estalló en octubre de 2019.
Numerosos carros lanza agua de uno y dos cañones, apoyados por tanquetas lanza gases y piquetes de a pie, ocuparon la principal arteria vehicular de la ciudad para disuadir a los manifestantes, que acusaron pérdida de visión momentánea, mareos e intoxicación por el uso de químicos por parte de la Policía uniformada.
La Alameda, avenida que cruza de poniente a oriente todo el centro de Santiago, presentó alta presencia policial y cercos de vallas de seguridad dispuestas a lo largo de la calzada.
Pese al despliegue policial, se registraron múltiples cortes de tránsito por acción de los manifestantes.
En el transcurso de la tarde y a lo largo de toda la avenida hasta llegar a Plaza Italia, punto neurálgico de las protestas y rebautizada por los manifestantes como «Plaza Dignidad», se dieron escaramuzas y enfrentamientos entre manifestantes y policías.
Personal de salud y observadores de Derechos Humanos se hicieron presentes en el lugar para asistir a los manifestantes.
«Gracias valiente juventud» y «Libertad a los presos de la revuelta» fueron algunas de las consignas escritas en diversas pancartas.
Barricadas incendiarias levantadas con neumáticos y escombros se instalaron en las esquinas del centro, mientras algunos participantes de las manifestaciones lanzaron objetos contundentes a los funcionarios de seguridad.
Sebastián Piñera, según los últimos sondeos de opinión pública, cuenta con un 7 % de aprobación por parte de la población chilena y ha sido cuestionado en reiteradas ocasiones por el manejo de la pandemia de coronavirus y violaciones a los Derechos Humanos cometidas por Carabineros.
El pasado 25 de octubre, Chile celebró un plebiscito histórico donde casi un 80 % de la población aprobó cambiar la Constitución vigente, heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
La medida, acordada políticamente por los partidos en noviembre de 2019, tenía por fin descomprimir las movilizaciones callejeras, sin embargo, todos los viernes cientos de personas se reúnen en el centro para cacerolear o gritar consignas contra el Gobierno, la desigualdad y por la liberación de los detenidos.
Esta última demanda ya ha tenido eco institucional.
El miércoles, un grupo de senadoras presentó un proyecto de ley para conceder indultos a todas las personas detenidas durante el estallido social, documento que exime de responsabilidad y remite la pena de quienes hayan sido apresados desde el 7 de octubre de 2019 en el marco de protestas, manifestaciones y concentraciones.
La iniciativa legal no aplica a las personas acusadas de delitos terroristas.
Fuente: Globovision
Por: Maria Laura Espinoza
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