Checo Pérez reconoce que en sus inicios en los monoplazas, pensó en dejar el automovilismo y regresar a México. Pérez se mudó a Europa a la edad de 15 años y llegó a Alemania para en el Campeonato de Fórmula BMW en 2005. Tras seis años de trabajo, donde Adrián Campos fue uno de los que confió en el en la GP2, el pìloto de Jalisco cumplió el sueño de debutar en la F1 en 2011 y desde entonces se ha mantenido en la categoría reina del automovilismo.
«Hubo muchos momentos en los que pensé en irme», afirma Checo en el podcast ‘Talking Bull’ de su nuevo equipo, donde compartirá box con Max Verstappen en 2021. «Llegué a la Fórmula BMW en Alemania y compartían algunas citas con la Fórmula 1. Pensé ‘genial, voy a correr con F1, voy a ser amigo de todos los pilotos de F1, una gran oportunidad, mucha diversión’. Así que fui allí y muy pronto supe que era muy diferente. Vivía en un pueblo muy pequeño, era todo muy tranquilo», recuerda.
«Dejé atrás toda mi infancia, a mis amigos, mi familia. En cuanto a la cultura, es muy diferente Alemania a México. Me encontré una vida muy diferente, completamente solo. Muchas veces pensé que la F1 está demasiado lejos, que debería volver a casa y hacer una vida más normal. Pero fue el apoyo de mi familia lo que me mantuvo allí. En ese momento fue la determinación lo que me mantuvo allí», rememora hoy, con su primera victoria en la categoría 15 años después de aquello.
«Lo pienso ahora y me cuesta pensar en dejar que mi hijo hiciera eso. Mi familia y mi madre, ella me apoyó mucho, mi padre también. La gente pensaba que estábamos locos. En realidad, creo que lo fuimos», se plantea Checo echando la vista atrás.
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