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Chavismo inquieto por la lealtad de sus militares

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Chavismo inquieto por la lealtad de sus militares

Las recurrentes acusaciones lanzadas desde el chavismo de que la oposición gesta un golpe de estado en Venezuela dejan entrever la preocupación del régimen de Nicolás Maduro sobre la inestabilidad política en el país sudamericano, marcada por una crisis económica cada vez más angustiante y la perenne desconfianza sobre la lealtad de los militares, dijeron analistas.

 

Expertos consultados dijeron que recientes comentarios formulados por el canciller Elías Jaua y el ex vicepresidente José Vicente Rangel sobre supuestos complots golpistas de la oposición denotan que no todo marcha bien entre los cuadros militares, justo cuando crecen las dudas sobre la capacidad de Maduro de sortear los peligros que acechan al chavismo.

 

“Cuando José Vicente habla alarmado de que el gobierno tiene que ponerse las pilas porque hay un intento de golpe que se está fraguando, hay que ser muy estúpido para pensar que en ese presunto golpe de Estado no hay un factor militar”, dijo desde Miami el analista político Rafael Revilla.

 

“José Vicente no es un factor decisivo en Venezuela, pero es un elemento influyente. El asesora, informa, es escuchado y tiene su propio aparato de inteligencia”, sostuvo.

 

Las denuncias de que la oposición fragua un golpe de estado contra la Revolución Bolivariana han existido casi desde el inicio del chavismo. Pero los comentarios de Rangel, publicados en el diario Ultimas Noticias el lunes en un extenso artículo, expresaron un grado de alarma inusual.

 

“Lo digo cuantas veces sea necesario. Tengo el deber de informar al país. Mi experiencia en los años del oprobio –2002 / 2003–, de subversión tanto abierta como solapada, me lleva a recomendar que no hay que bajar la guardia, a alertar a la calle por cualquier canal, apelando a la movilización, a la denuncia y al poder legal del Estado, para advertir sobre lo que la oposición planifica y al mismo tiempo niega”, escribió Rangel en su artículo Anatomía de un Golpe Anunciado.

 

“Lo afirmo con plena responsabilidad: se gesta un golpe contra el orden constitucional. Esta rotunda afirmación se sustenta en la experiencia acumulada y en informaciones provenientes de fuentes confiables”, aseguró Rangel, quien sirvió como ministro de Defensa durante el mandato de Hugo Chávez.

 

Rangel publicó su artículo 10 días después que Jaua asomara súbitamente la posibilidad de un golpe de Estado.

 

“Es necesario que las agrupaciones fascistoides de Venezuela tengan muy claro que si ellos desbordan el marco de la legalidad democrática, desarrollando una aventura golpista, propiciando una intervención extranjera, ejecutando un plan de magnicidio contra el presidente Nicolás Maduro o de masacre contra nuestro pueblo, a nosotros no nos quedaría otro derecho que ejercer la rebelión total y profunda como está consagrada en la Constitución”.

 

“La revolución bolivariana tendría otro carácter y la forma de lucha principal sería diferente a la de los últimos 14 años, que nadie se equivoque. Estaríamos obligados a ello para preservar la vida del pueblo venezolano, para evitar una tragedia humanitaria como la que vivieron los pueblos de Chile, Argentina, Bolivia y Paraguay en los 70”, aseveró.

 

Los comentarios de ambos dirigentes del chavismo fueron emitidos en medio de una creciente volatilidad, con constantes manifestaciones estudiantiles en la calle y expresiones de descontento de una población agobiada por la escasez de productos y una tasa de inflación que parece habérsele salido de las manos al gobierno.

 

Los problemas de Maduro se ven acrecentados por una crisis legitimidad, en medio de las acusaciones sostenidas por la oposición de que se robó las elecciones presidenciales de abril.

 

Y el régimen también se está viendo debilitado por los serios problemas de liquidez, en un escenario donde los costos de los subsidios internos y externos del regimen superan ampliamente los dólares que ingresan a través de la renta petrolera.

 

También están las divisiones dentro del chavismo. Guillermo Lousteau, presidente del Interamerican Institute for Democracy, dijo que el chavismo posiblemente se desmorone desde adentro cuando sus distintas facciones comiencen a pelearse entre sí.

 

“Ese enfrentamiento interno se va a producir tarde o temprano. La situación es incómoda. Todavía no se sabe qué apoyo tiene Maduro para gobernar. La ilegitimidad le va a venir por adentro de su propio esquema, y no necesariamente por la oposición”, comentó Lousteau.

 

Las Fuerzas Armadas, que si bien permanecieron cohesionadas durante el mandato de Chávez, en realidad pertenecen a una facción distinta a la de Maduro, y si bien la cúpula se ha enriquecido enormemente a lo largo del régimen, los grados inferiores atraviesan las mismas dificultades económicas que el resto de la población.

 

Y los problemas económicos solo aumentarán con el tiempo, salvo que se produzca algún milagro y los precios del petróleo repentinamente se disparen, dijo Revilla.

 

“En Argentina hay problemas porque el pan subió el 50 por ciento, pero en Venezuela no solo el pan subió en más de un 50 por ciento sino que además no lo encuentras. Y además, para que te digan qué hay, tienes que hacer una cola de cuatro horas para entrar a la tienda, no sin que antes te rayen el brazo con un marcador. En Venezuela, en este momento, hay mucho descontento”, comentó Revilla. Y la situación es altamente explosiva ante el creciente descontento.

 

“En el país hay un poco de gasolina regada. No se ha producido la chispa para desencadenarse el incendio, pero el peligró está allí. Maduro camina sobre un charco de gasolina regada”, comentó.

 

Fuente: Nuevo Herald

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