Casi 60% de las unidades de transporte colectivo que prestan servicios en las rutas suburbanas e interurbanas y 50% de las que cubren las rutas urbanas y troncales se encuentran paradas, bien sea por la falta de repuestos o cauchos o porque para sus dueños dejó de ser rentable hacer transporte colectivo
José Luis Montoya, presidente de la Central Única de Autos Libres y Por Puesto, señaló que el sector transporte se encuentra al borde del colapso «y lo peor es que la perspectiva no es a mejorar, todo va a complicarse más».
Ejemplo de la problemática por la que atraviesa el sector es la situación del transporte colectivo entre Altos Mirandinos y Caracas, que ha llegado a extremos en que los usuarios han tenido que hacer hasta cinco horas de cola para regresar a sus hogares.
Integrantes de la línea San Antonio-Caracas aclaran que el principal problema que confrontan es que casi la mitad de sus unidades están paradas.
«Como no hay repuestos, tenemos muchos carros parados, específicamente 17 de 35 unidades están en estos momentos accidentadas por falta de cauchos y repuestos, y como no se consiguen, hemos llegado al extremo de ‘canibalizar’ las unidades accidentadas, que se usan para reparar las que sirven», dijo Argenis Díaz, dirigente de la línea San Antonio-Caracas.
Agrega que en vista del déficit se han incorporado unidades de otras líneas para subsanar la falta, «pero no son suficientes».
Según Montoya, en los casos de las rutas interurbanas que tienen autobuses de dos pisos y de piso y medio, la situación es similar. «Como ejemplo podemos citar el caso de Expresos Mérida, que pasó de 170 unidades de dos pisos a 40 unidades y de 60 autobuses de piso y medio a 10. Esta situación no tiene una buena perspectiva a futuro a pesar de que hemos hablado con el Gobierno».
En relación con el aumento de pasaje que entrará en vigencia a partir de este sábado, dijo que 20% de incremento fue el monto acordado.
Usuarios los más afectados
Mariana González, vecina de Los Salias y usuaria del servicio, señala que esta situación implica que los pasajeros tengan que hacer largas colas. «Nos ha tocado hacer hasta seis horas de cola, semanas atrás debido a un aguacero estuvimos bajo la lluvia desde las 6 de la tarde hasta las 11 de la noche, y no llegó ni un autobús».
Por su parte, Adolfo Sotillo comentó que en los últimos meses las colas para usar las unidades se han incrementado. «No es que seamos más personas viajando, es que no prestan el servicio».
Ramón Ojeda, usuario del transporte colectivo de Filas de Mariche y de la carretera Petare-Santa Lucía, denunció que los vecinos están severamente afectados por la disminución del transporte público.
«La respuesta que tenemos de los directivos de las líneas es que entre 60 y 70% de las unidades están paradas por falta de cauchos, baterías o de repuestos».
CARLOS D’HOY
EU