Cualquiera podría pensar que Jorge Lorenzo está enfadado por ser cuarto en el pasado Gran Premio de Alemania y, en teoría, el gran derrotado. Obviamente, estaba disgustado, pero esa sensación no es la que va a tener en vacaciones. Este Lorenzo es otro. «Ahora soy más tranquilo. Con la edad he ganado en eso», admitió en Sachsenring.
El balear está concentrado en el título. Es lo que le importa. Por eso no quiere entrar en guerras con nada ni con nadie. Atacó a Márquez por su agresividad, pero fue el más leve de todo Yamaha en sus declaraciones.
También criticó a Bridgestone por las gomas que tan poco le gustan, pero con menos dureza que en 2014, cuando durante toda la pretemporada, e incluso en Qatar, fue contundente contra los japoneses. O, igualmente, no se ofusca con Rossi por mucho que Valentino le lance algún que otro mensaje.
No quiere entrar al trapo
En Alemania, el mallorquín demostró que no quiere entrar al trapo. La pregunta fue directa: «¿Te preocupa la guerra psicológica que puede hacer Vale en la segunda mitad de temporada?». Su respuesta, directa: «No. Yo también soy fuerte».
Y es que, según los que le rodean, el balear ha mejorado en su fortaleza mental en este 2015. «Lo primero que ha mejorado después de Argentina, es la concentración. Llegó a Jerez y entró mejor en la curva, desde la primera curva de la primera vuelta. Esto es lo que más ha cambiado. La moto es la misma desde la primera carrera hasta el chasis nuevo», confiesa a MARCA Ramón Forcada, su jefe de mecánicos.
De hecho, en la pista jerezana comenzó su gran racha de cuatro victorias consecutivas que alargó a Francia, Italia y Cataluña.
Su preparación mental es cosa suya. Desde el Gran Premio de las Américas de 2014, Jorge contrató como preparador físico a Marc Rovira, pero este catalán sólo se ocupa de su cuerpo. El cerebro es cosa del tetracampeón. «Soy autodidacta», suele comentar Lorenzo al hablar del tema. Lleva tanto tiempo en el Mundial que entiende que se puede valer por sí mismo en estos asuntos.
«Se encierra media hora»
Y la preparación mental, por lo que ha sabido MARCA, apenas ha variado. «En eso no ha cambiado nada. Se encierra media hora antes de la carrera y, luego, escucha su música con los auriculares, como siempre. Lo hace para no distraerse», explican desde su entorno.
En temas musicales tampoco ha variado: sus gustos para rendir en pista Red Hot Chili Peppers, Coldplay, U2, AC/DC… lo que ha oído toda su vida. Claro que, ahora tiene más experiencia y eso se nota hasta en la concentración. La capacidad de lograrla también se gana con los años, como exponen los psicólogos deportivos. Lorenzo, desde luego, está al máximo en ello.
Fuente: Marca