De los cuatro cementerios dependientes de la alcaldía de Iribarren y los de Palavecino, apenas uno ha recibido el necesario acondicionamiento para el próximo martes cuando miles de personas acudirán a rendir tributo a familiares o amistades fallecidos.
En el municipio capital existen los camposantos del oeste, conocido como Cementerio Nuevo, el Bella Vista, ubicado en la avenida Rómulo Gallegos o calle 42, el de Santa Rosa, al este, y el de Tamaca, al norte, mientras que en Palavecino los principales son los de Cabudare, Los Rastrojos y la Piedad.
Durante un recorrido periodístico se pudo constatar que el mayor y por ende más importante, como es el del oeste, sí ha recibido últimamente el adecuado mantenimiento para que los dolientes puedan visitarlo sin muchos inconvenientes como maleza, escombros e inseguridad.
Aunque no se encontraba presente su administrador, se pudo conocer que desde hace unos cuantos días se inició un proceso de recuperación por el estado en que «lo dejó la anterior administración”.
Hasta este viernes se continuaba con labores de reparación de los portones de acceso, que habían sido averiados, aparentemente por antisociales, así como también se llevó a cabo un proceso total de desmalezamiento a fin de que los visitantes puedan utilizar las caminerías en los diferentes sectores, se recogieron toneladas de escombros producto de trabajos de construcción o remodelación de bóvedas o panteones y se cortaron algunos de los árboles con alturas mayores a los dos metros.
El reglamento para ese tipo de instalaciones establece que, por razones de seguridad, no pueden existir árboles con alturas mayores, aunque en este caso se hicieron algunas excepciones para que las personas dispogan de sombras que les protejan de los intensos rayos solares.
Santa Rosa
En el viejo camposanto del este de Barquisimeto, aún utilizado, de acuerdo a un visitante, la alcaldía llevó a cabo un desmalezamiento hace algunos meses, que aún persiste en la entrada, aunque en la parte posterior ya se observan muchas tumbas cubiertas.
Un obrero, contratado por propietarios, se dedicaba este viernes a eliminar maleza en algunos sectores.
Tamaca
El de la parroquia Tamaca, que cubre también El Cují, no recibe la debida atención municipal desde hace mucho tiempo al punto de que las paredes protectoras se cayeron años atrás y no han sido repuestas, lo que permite a los antisociales ingresar en horas de la noche a consumir estupefacientes o esconderse luego de cometer sus fechorías.
Bella Vista
Pero donde la acción de la municipalidad no se produjo en esta ocasión es en el más antiguo de la ciudad, el de la calle 42.
A simple vista se puede constatar la falta de atención por parte de la alcaldía, con verdaderos bosques cubriendo las tumbas, sobre todo en el sector del oeste, hasta donde, este martes, las personas estarán imposibilitadas de ingresar ante el temor de ser víctimas de animales, incluyendo culebras.
Además, gracias a la poca vigilancia policial, se observan muchas tumbas violentadas, con restos humanos al aire libre, o panteones destrozados para robarles las placas de mármol que originalmente exhibían.
«A este cementerio no le han hecho nada este año. Todo está cubierto de monte; por la parte de atrás no se puede pasar por que es una selva y hasta árboles grandes caídos hace tiempo siguen ahí sin que a nadie le importe en la alcaldía”, manifestó Ramón, quien ocasionalmente realiza trabajos de mantenimiento de tumbas.
Seguridad
Pero lo que si es general en los cementerios municipales de Iribarren es la seguridad, que deja mucho que desear, como lo demuestra el hurto ocurrido entre miércoles y jueves en el de Santa Rosa, cuando, durante la noche, se robaron los implementos de trabajos de los obreros allí destacados.
Lo mismo ha acontecido en los otros de la ciudad, lo que obliga a los trabajadores a cargar diariamente con sus implementos hasta sus hogares por no existir seguridad alguna que les permita dejarlos ocultos en ninguna parte.
El Impulso