«Hércules», la ola de frío que afecta a Estados Unidos, hizo honor a su nombre y fue capaz de congelar a las cataratas del Niágara.
El frío polar empezó a retirarse este miércoles lentamente y deja atrás al menos una veintena de muertos y pérdidas que se calculan ya en más de 5.000 millones de dólares.
La tormenta invernal, que cubrió con fuertes nevadas el noreste del país a finales de la semana pasada, batió récords en vastas áreas de Estados Unidos y afectó a unos 187 millones de personas.
Pese a las bajas temperaturas el agua y el hielo siguen desplazándose de manera más o menos fluida, aún cuando en la imagen lucen estáticas.
Fuente: Agencias