El Cairo, 30 jun (EFE).- El portavoz del Ministerio de Exteriores de Catar, Majed al Ansari, afirmó este lunes que ahora «no hay negociaciones» para alcanzar una tregua en la Franja de Gaza, pero indicó que sí hay «contactos con las partes» para acordar una fórmula que permita volver a la mesa de negociación.
«Simplemente no hay negociaciones, pero como siempre hay contactos con las partes. Catar, junto a sus socios en la mediación egipcios y estadounidenses, realizó contactos con las diferentes partes para llegar a una forma que nos permita volver a las negociaciones», dijo Al Ansari en una rueda de prensa celebrada en Doha.
El vocero, sin embargo, afirmó que hay «intenciones claras» por parte de la Administración estadounidense del presidente Donald Trump «para llegar a una solución» y poner fin a la guerra en la Franja de Gaza, así como permitir el acceso de la ayuda humanitaria al devastado enclave palestino.
«Catar sigue presionando a través de sus socios en la comunidad internacional para la separación necesaria entre las negociaciones y la entrada de las ayudas humanitaria», aseguró Al Ansari, que denunció que el único obstáculo a la entrega de asistencia a los palestinos es «la terquedad israelí».
El ministro de Exteriores israelí, Gideon Saar, incidió este lunes que su país apoya la propuesta para un alto el fuego «temporal» en la Franja de Gaza siguiendo el plan del enviado de Estados Unidos en Oriente Medio, Steve Wikoff, en la que es la posición invariable de Israel desde hace meses.
Sin embargo, Hamás exige que la tregua sea integral y que conduzca a un alto el fuego permanente, algo que el Estado judío rechaza.
Israel se planteó tres objetivos principales de cara a la ofensiva que mantiene sobre Gaza: recuperar a los rehenes cautivos en manos de las milicias palestinas (cuya relevancia en la jerarquía de metas ha variado a lo largo de los meses), eliminar las capacidades militares y de gobierno de Hamás en la Franja y garantizar el retorno de los desplazados de las comunidades junto a la frontera haciendo que el enclave no vuelva a ser una amenaza. EFE