En el espacio de una hora se han aprobado en las dos cámaras dos resoluciones inéditas e históricas y que preceden a un escenario incierto
El Parlament y el Senado, tras la aprobación de la declaración de independencia y del artículo 155
Ambas cosas han acabado sucediéndose casi simultáneamente este viernes 27 de octubre de 2017 y ambas abren un escenario de incertidumbre. La mayoría independentista en el Parlament ha aprobado finalmente la resolución que insta a la constitución de “una república catalana como estado independiente, soberano, democrático y social” y, poco después, el Senado ha dado luz verde a la aplicación del artículo 155 de la Constitución, que permite al Gobierno que preside Mariano Rajoyintervenir la autonomía y cesar al presidente catalán Carles Puigdemont y al resto de miembros del ejecutivo catalán.
Finalmente se ha cumplido el guión previsto al que se había llegado tras un confuso jueves. Puigdemont estuvo ayer decidido a convocar unas elecciones autonómicas que podrían haber evitado tanto la declaración como la intervención de las instituciones catalanas. La mediación del lehendakari Iñigo Urkullu había sido clave pero algo falló a última hora. El presidente catalán se echó atrás al entender que, en contra de lo que por ejemplo aseguraban PSOE y PSC, su gesto no evitaría la aplicación del 155. El Gobierno no quiso dar ninguna garantía de ello, alegó Puigdemont.
El escenario de hoy pudo haber cambiado ayer totalmente si hubiera fructificado el acuerdo de elecciones a cambio de frenar el 155 que promovió Urkullu
La comparecencia del president a primera hora de la tarde de ayer abría pues el escenario de hoy, que se ha jugado en dos focos: el Parc de la Ciutadella de Barcelona y la calle Bailén de Madrid. De forma más o menos simultánea, el Parlament y el Senado han abierto sus puertas para que tuvieran lugar dos votaciones que, aunque sea por su carácter inédito, deben considerarse históricas. Los últimos intentos de cambiar el guión in extremis iban cayendo en saco roto y ya nada parecía frenar los acontecimientos.
El protagonismo se lo ha llevado por la mañana el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que ha expuesto su plan para “restablecer la legalidad” y ha pedido en la Cámara Alta la aprobación de sus medidas al amparo del artículo 155 ante la situación “excepcional” y “muy grave”. La alocución no daba lugar a dudas: el 155 era sólo una cuestión de tiempo.
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, junto al vicepresidente del Govern y conseller de Economía, Oriol Junqueras, realiza una declaración en las escalinatas del Parlamen del Parlament tras aprobarse en el pleno la declaración de independencia (Andreu Dalmau / EFE)
Como también lo era la proclamación independentista por parte de los grupos de JxSí y la CUP. Ambos presentaban las resoluciones del pleno que debía servir para debatir sobre la aplicación del mencionado artículo de la Constitución, y la que hacía referencia a la anunciada proclamación era inequívoca. El texto establecía los pasos con claridad para hacer efectivo “el mandato democrático” que, a su juicio, emana del referéndum del pasado 1 de octubre.
De esta manera, y en “cumplimiento” de las leyes de ruptura aprobadas el pasado 6 y 7 de septiembre –ambas suspendidas por el Tribunal Constitucional–, la resolución también daba el pistoletazo de salida a un “proceso constituyente” que eventualmente debe concluir con la elaboración de una constitución catalana y la convocatoria de unas elecciones constituyentes. Una resolución, por cierto, que los letrados del Parlament han apercibido severamente por vulnerar resoluciones del TC y que, no obstante, ha sido admitida a trámite.
El discurso de Rajoy en el Senado y la presentación del texto de JxSí y CUP precipitaban el guión anunciado
Con el texto sobre la mesa, ha comenzado un debate en el que han quedado claras las posiciones tanto de los grupos de la mayoría como los de la oposición. Ciutadans, PSC, Catalunya Sí que es Pot yPPC se ha mostrado muy duros con el paso que estaba a punto de llegar, mientras que los portavoces de los grupos favorables a la independencia celebraban la llegada de la proclamación aunque admitían que ahora se abría un periodo de tensión (JxSÍ) o en el que el “pueblo” tendría un papel clave para “defenderla” (CUP).
Alrededor de las 15:00 horas de la tarde, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, ha dado por concluido el debate y han comenzado las votaciones de resolución. Era la séptima, la resolución clave, y llegado el momento -mientras los diputados de Cs y PSC ya abandonaban el hemiciclo–, la petición del diputado de JxSí, Roger Torrent, de intervenir prometía una bronca en la cámara.
Rajoy y Santamaría, en el Senado (Oscar Del Pozo / AFP)
Así ha sido. JxSí y la CUP han pedido votación secreta, por llamamiento y en urna, y los diputados de Catalunya Sí que es Pot y del PP catalán reprochaban a los partidos de la mayoría “no dar la cara” dado el calibre de la votación que estaba a punto de llegar. Nada, sin embargo, la ha evitado: los populares han abandonado la sala y, tras la larga votación y recuento,JxSí y CUP han proclamado la independencia con 70 votos a favor, 10 en contra y 2 en blanco.
En ese instante, la alegría se ha apoderado de las bancadas de JxSí y CUP, que lo han celebrado cantando Els Segadors. El mismo júbilo que ha tenido lugar en el auditorio del Parlament, donde se reunían buena parte de los alcaldes favorables a la separación, o en el paseo Lluís Companys, lugar en el que se han congregado miles de ciudadanos independentistas citados por la ANC y Òmnium. Una celebración que se ha acabado trasladando a la plaza Sant Jaume.
La reacción desde el Gobierno se ha producido al instante. El propio Rajoy ha hecho un tuit llamando a la tranquilidad a los ciudadanos españoles y garantizándoles que “el Estado de derecho” va a “restaurar la legalidad en Catalunya”. Al mismo tiempo, el TC anunciaba que suspendería de nueva la resolución del Parlament.
President, vicepresidente y diputados celebraban la declaración en el Parlament mientras los senadores votaban la intervención de la Generalitat
Entre las celebraciones de unos en las escalinatas de la cámara catalana, la decepción que expresaban otros en las redes y la notable caída en la bolsa española, el foco volvía a trasladarse a Madrid. Una hora más tarde de la votación en Barcelona, el Senado daba luz verde al paquete de medidas del Gobierno para “restablecer la legalidad”. 214 de los 262 senadores presentes han votado a favor del 155, frente a 47 que se han manifestado en contra y uno que se ha abstenido. Entre las medidas expuestas por el Gobierno finalmente se ha aceptado también la propuesta de que la tutela de los medios públicos catalanes se haga a través de la Junta Electoral Central.
Destacable es que el expresidente de la Generalitat y hoy senador socialista, José Montilla, haya optado por ausentarse de la votación, lamentando posteriormente en rueda de prensa que se haya llegado a este punto. La resolución aprobada en el Senado precederá esta tarde un Consejo de Ministros extraordinario que aprobará las primeras medidas de intervención contra la Generalitat. Muy probablemente el presidente catalán y todo el ejecutivo en pleno sea cesado.
La Vanguardia
JAUME PI, Barcelona