Los investigadores de la muerte del fiscal federal Alberto Nisman descubrieron un tercer acceso al apartamento del edificio donde vivía, Le Parc, en Puerto Madero, en el que detectaron una pisada y una huella digital.
Según la agencia DyN, se trata de un pasadizo que comunica el apartamento en el que habitaba Nisman con el que está enfrente, y en el que están ubicados los equipos de aires acondicionados. Ese pasillo comunica, de un lado, con la vivienda de Nisman, y del otro, enfrentados ambos livings, con otra unidad que está ocupada por un ciudadano extranjero.
En ese pasadizo los investigadores detectaron una pisada de apariencia reciente en el piso y sobre una barra de protección una huella digital. Ambos rastros ya fueron levantados y enviados a analizar para determinar si se corresponden con alguna persona que hubiera trabajado allí recientemente.
El pasadizo está ubicado en el décimo tercer piso de la torre y caminando solo se puede acceder desde el interior de uno u otro apartamento, y debido a la altura de la construcción para acceder por el exterior sería necesario descolgarse desde la azotea o trepar desde la planta baja. La investigación está centrada en determinar si la pisada y la huella encontradas tienen o no relación con el hecho.
La Justicia ordenó más peritajes para determinar si había rastros de pólvora en la mano del fiscal, luego de un primer análisis que dio negativo y se comenzaron a analizar las conversaciones que tuvo la víctima en los últimos días y esta mañana se le tomará declaración a la empleada doméstica.
La denuncia de Nisman
Por otra parte, ayer en la noche la Corte Suprema difundió sorpresivamente la denuncia completa que presentó el 14 de enero Nisman y en la que acusó por encubrimiento del atentado a la AMIA a la presidenta Cristina Fernández y a su canciller Héctor Timerman, entre otros.
Son 289 páginas, con los diálogos completos de las escuchas telefónicas que habían trascendido de manera más parcial, y nuevas revelaciones, que el fiscal pensaba leer en sesión secreta en el Congreso el pasado lunes.
Algunos de los elementos nuevos que exhibe la denuncia completa (se habían difundido dos resúmenes parciales, para no violar el secreto de Estado) es la sospecha que en función de las escuchas Nisman desliza sobre un segundo ministro del Gabinete, el de Planificación, Julio de Vido, al que sitúa entre los individuos que no resultarían “ajenos a la maniobra delictiva denunciada”.
El escrito también revela que el agente de la Secretaría de Inteligencia (SI) involucrado sería Ramón Allan Héctor Bogado, “Allan”.
En el texto, Nisman consideró que la jefa de Estado; el canciller Timerman; el diputado nacional Andrés Larroque, el dirigente Luis D’Elía, el jefe de la agrupación Quebracho Fernando Esteche, Khalil, Yrimia, y “Allan”, participaron en un “sofisticado plan delictivo para encubrir y dotar de impunidad a los acusados iraníes” de volar la AMIA el 18 de julio de 1994.
Para Nisman “hubo negociaciones secretas y públicas con los iraníes durante las cuales se acordó dar de baja las notificaciones rojas de Interpol” sobre los acusados. Uno de los prófugos, Moshen Rabbani, era informado de las negociaciones. Nisman señaló la intención de dar “impunidad” a los iraníes para retomar relaciones entre los gobiernos, el intercambio comercial y frente a la crisis energética, de “petróleo (iraní) por granos”.
Fuente: Desde La Plaza/Clarín/tn.com.ar/AMB