La cartera de créditos de la banca venezolana ralentizó su crecimiento en enero de 2024; sin embargo, mantuvo su tendencia alcista con expansiones de 3,5% en comparación con diciembre y de 215,5% en término interanual, para totalizar 54.651,69 millones de bolívares.
En divisas, la cartera de créditos se ubicó en 1.507,22 millones de dólares al tipo de cambio oficial de cierre de mes, un aumento de 2,66% en comparación los 1.468,10 millones de dólares en los que cerró diciembre y de 94,56% frente a los 774,72 millones de enero de 2023.
Este es un crecimiento real notable, ya que la cartera de créditos estuvo cerca de duplicarse expresada en divisas.
El margen de intermediación financiera aumentó, en términos relativos, 25,09%, al pasar de 30,73% en enero de 2023 a 38,44% en el primer mes de este año, lo que representa una aceleración frente al alza anualizada de 33,08% de diciembre pasado.
El crecimiento de la cartera e incluso del índice de intermediación son indicadores meritorios, si se considera que la banca acumula un rally de 28 semanas, desde el corte del pasado 4 de agosto, sin poder cubrir los requerimientos de encaje legal, un déficit que ha aumentado a más de 10.000 millones de bolívares por semana en los últimos seis cierres reportados por el Banco Central de Venezuela (BCV).
De hecho, el requerimiento de encaje legal ha superado los 35.000 millones de bolívares en cada una de las últimas seis semanas, mientras que el saldo consolidado de la banca en cuenta corriente se ha mantenido en el orden de los 25.000 millones.
Además, el margen de intermediación no refleja del todo la realidad del esfuerzo que vienen haciendo los bancos para incrementar sus carteras de créditos, porque sobre los depósitos en moneda extranjera, las entidades bancarias en ningún caso han intermediado por encima del 10%, de dichos fondos, debido a los riesgos de reposición de las divisas en caso de impago de los deudores.
Si se descuenta el porcentaje de los depósitos en divisas que no puede ser otorgados en créditos, claramente el margen de intermediación resulta ser muy superior al 38,44%.
Morosidad de los créditos bajo control
La banca venezolana mantiene un bajo nivel de morosidad en la cartera de créditos, con elevados niveles de cobertura.
De acuerdo con los datos sistematizados por la consultora especializada Aristimuño Herrera & Asociados, al cierre de enero, el índice de morosidad de la cartera consolidada se ubicó en 0,87%, 4 décimas por encima de marcador de diciembre y poco más de un cuarto de punto sobre enero de 2023, mes en el que la cartera morosa se ubico en 0,61%.
Por otra parte, la provisión de cobertura de la mora terminó enero en 350,04% del saldo de los créditos vencidos y/o en litigio, y en el caso de los 10 bancos líderes del sistema, que concentran 91,6% del volumen total de préstamos, esta provisión alcanzó a 375,65%.
Igualmente, la banca mantiene una provisión de 1.662,45 millones de bolívares, equivalente a 3,04% de la cartera total, cifra suficiente para cubrir los Bs. 475 millones de cartera morosa.
Esta provisión, además, aumentó 242,1% en comparación con el monto de enero de 2023, un alza que también excede el crecimiento de la cartera total, lo cual deja ver una gestión bancaria muy responsable en el manejo de previsión de riesgos crediticios.
Ingresos por cartera de crédito
La proporción de ingresos que la banca obtuvo por su actividad crediticia al cierre de enero se ubicó en 34,9% de sus ingresos totales, 14 puntos por debajo del 48,9% que alcanzó en enero de 2023.
Este comportamiento obedece a factores muy claros. Ante la restricción del crédito, la banca se ha posicionado con más fuerza en los servicios, en función de ofrecer soluciones de transaccionalidad cada vez más eficientes.
Sin embargo, no solo ha aumentado el crédito en términos reales, sino que algunas instituciones han apostado por incrementar el crédito al consumo, a través del alza de límites de tarjetas de crédito, en función de darle mayor dinamismo a esta cartera prácticamente paralizada.
Además, han aparecido iniciativas de financiamiento para compra de vehículos y otros insumos.
Un elemento importante, es que, de acuerdo con la más reciente Encuesta de Coyuntura Industrial de Conindustria, 51% de los empresarios del sector dijo haber recibido créditos bancarios en el cuarto trimestre del año pasado, mientras que la proporción de industriales que dependen del autofinanciamiento se redujo a 38%.
Sin embargo, la banca está aún lejos de poder cubrir las necesidades de financiamiento de la economía. Solo el sector industrial estimó un requerimiento de apalancamiento de 4.000 millones de dólares en el último trimestre de 2023, una cifra que excede en 62% la cartera total de enero, expresada en dólares oficiales.
El Nacional