“Irán utiliza a Venezuela para proyectar su influencia y actividades en las Américas, para evadir sanciones internacionales, todo con el objetivo de ayudar a su programa nuclear ilegal y desafiar la seguridad internacional”, denunció el diputado y Comisionado Presidencial contra el Terrorismo y Crimen Organizado, Carlos Paparoni, durante el foro “Los vínculos de Irán con Venezuela”.
El representante de la Asamblea Nacional aseguró que la relación entre el régimen de Nicolás Maduro y el gobierno iraní pone en riesgo la seguridad de todo el continente americano porque permite un puente aéreo entre ambas naciones para hacer operaciones estratégicas: “Alertamos hoy que Maduro financia y apoya a estos terroristas en el marco de sus relaciones bilaterales”.
Paparoni explicó que en los últimos cinco años han consolidado una relación económica, política y operativa, con un inventario de 40 mil millones de dólares en proyectos conjuntos y transacciones comerciales y cooperación diplomática, militar, comercial, industrial, petroquímica y energética.
En 2015, Maduro firmó alrededor de 250 acuerdos con Irán en sectores como el automotor, construcción, sanitario, energético y tecnológico. Actualmente, el régimen venezolano y el gobierno iraní mantienen constante comunicación, sobre todo por la asesoría técnica que el país islámico le ofrece a Maduro a cambio de lingotes de oro. “Irán es uno de los países que más se ha beneficiado de la corrupción de Maduro. A cambio de la gasolina que han enviado a Venezuela, han recibido al menos nueve toneladas de oro… aproximadamente 500 millones de dólares”, detalló Paparoni.
El diputado recordó que el 50% del producto interno bruto (PIB) de Irán es manejado por la Guardia Revolucionaria de Irán, un cuerpo que funge como fuerzas armadas especiales. “Si la nación islámica trabaja de la mano con Venezuela en el ámbito petrolero y además la aerolínea Mahan Air aterriza en suelo venezolano, quiere decir que detrás de todas estas operaciones está la Guardia Revolucionaria de Irán”. El comisionado señaló que las empresas iraníes que operan en Venezuela son una fachada de la Guardia Revolucionaria de Irán.
Igualmente, Paparoni advirtió que Tareck El Aissami se encargó de cedular, otorgar visas y nacionalidad venezolana a ciudadanos naturales de distintos países con particular interés en sirios, libaneses, jordanos, iraníes e iraquíes, muchos de ellos fueron exintegrantes de las fuerzas armadas de sus respectivos países.
El comisionado también acusó a El Aissami de estar involucrado con una empresa con sede en Valencia, Venezuela, que el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos incluyó en la lista denominada “Red Joumaa”, por blanqueo y desvío de capitales hacia el Líbano para el financiamiento de actividades terroristas y de narcotráfico a la organización Hezbolá.
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