El presidente de la CTV y exiliado político, Carlos Ortega, envió una carta al secretario general de la OEA, Luis Almagro, donde pide que se active la Carta Interamericana Democrática en Venezuela, “ante la flagrante violación por parte del régimen castro comunista que allá impera”.
“Desde hace dieciocho vergonzosos y trágicos años el pueblo venezolano asiste a la destrucción de nuestra democracia por parte del fallecido Hugo Chávez y luego por parte Nicolás Maduro junto a un equipo de bandoleros, corruptos, narcotraficantes y terroristas, violando con ello de manera flagrante su derecho a vivir en una patria libre y soberana, basada en valores morales y en sólidos principios de libertad, igualdad, justicia y paz”, dice un extracto de la carta.
En el documento Ortega recuerda que “de acuerdo con la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el pueblo venezolano tiene derecho a la vida, a la salud, a la alimentación, a la propiedad, al trabajo, a la seguridad física y social, a libertad de expresión y pensamiento, a la libre asociación, a la educación sin adoctrinamiento, a elecciones libres a través del voto secreto, universal y directo, a pertenecer al partido político de su preferencia, a organizarse en sindicatos libres y autónomos, a la sujeción de la autoridad militar a la civil, a la transparencia de la gestión pública, entre otros. Sin embargo, el régimen de Nicolás Maduro no solo no garantiza el libre ejercicio de estos derechos, sino que de manera sistemática y reiterada los viola con el único fin de dominar y aterrorizar al pueblo venezolano”, detalla.
El presidente de la CTV precisa en la carta que “la irresponsabilidad y falta de probidad y transparencia en la gestión pública, la corrupción y el narcotráfico campean sin control ni límites en todo el territorio nacional, con el agravante de que sus protagonistas son funcionarios de altísimo rango dentro de la Administración Pública. El dinero del pueblo reposa en los bolsillos y en cuentas en el extranjero de los altos jerarcas del régimen. Sus consecuencias en el orden interno se traducen en muerte y enfermedad. Conmueve ver que la población del que otrora fuera el país más rico de Sudamérica, muera de hambre y de enfermedad por falta de comida y medicinas. Y la crueldad del régimen es de tal magnitud que de manera criminal ha impedido la ayuda humanitaria internacional, negando el ingreso de alimentos y medicinas al país. En el orden externo ya la comunidad internacional está sufriendo las consecuencias de la conducta delincuencial del régimen chavista, sobre el cual siempre advertí que constituía un peligro para la región. Hoy huelgan los ejemplos”, sostuvo.
Alerta además que “la pobreza en Venezuela es crítica y la falta de alimentos, sea porque el régimen acabó con el aparato productivo y no se produce nada o sea porque no pueden pagar los alimentos que el régimen importa, ha hecho que en el último año los venezolanos hayan adelgazado entre 4 y 8 kilos, de suerte que las generaciones futuras tendrán un problema de desnutrición que marcará en forma negativa su desarrollo físico y mental”.
Culmina el escrito solicitando la aplicación de la Carta Democrática Interamericana a Venezuela y que se suspenda al país en las sesiones de la Asamblea General:
“Por ello quiero dejar muy en claro que con un pueblo que sufre y muere de hambre y de enfermedad no hay democracia. Es por todo lo expuesto que acudo ante esa Organización de Estados Americanos, de conformidad con lo establecido en el artículo 8 de la Carta Democrática Interamericana, según el cual cualquier persona que considere que sus derechos humanos han sido violados puede interponer denuncias o peticiones ante el sistema interamericano de promoción y protección de dichos derechos, conforme a los procedimientos establecidos en el mismo, para exigir de manera urgente y perentoria lo siguiente:
1.- Aplicar la Carta Democrática Interamericana a la República Bolivariana de Venezuela, ante la flagrante violación por parte del régimen castro comunista que allá impera, de sus artículos 1, 3, 4, 5, 7, 9, 10, 12 y 23 entre otros.
2.- Suspender a la República Bolivariana de Venezuela de su participación en las sesiones de la Asamblea General, de la Reunión de Consulta, de los Consejos de la Organización y de las conferencias especializadas, de las comisiones, grupos de trabajo y demás órganos de la Organización, mientras persista la alteración del orden democrático en el país, todo de conformidad con el artículo 19 de la Carta Democrática Interamericana”.