El presidente de la CTV prevé que este año la conflictividad laboral superará todos los pronósticos. “Chávez y Maduro son los culpables de la tragedia que vive la clase trabajadora, en Venezuela ya no hay trabajadores sino esclavos del modelo castro, chavista y madurista”, dijo el dirigente sindical
La desesperanza no es precisamente su lado fuerte. Carlos Ortega Carvajal, exiliado político y aún presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), no duda que este año 2019 todos los trabajadores del país, tanto del sector público como del privado, se unificarán, tomarán las calles y jugarán un papel fundamental en los cambios que espera el país.
Luego de indicar que desde hace más de una década advirtió todo el desastre político, económico y social que hoy vive Venezuela el líder sindical lamentó, en entrevista exclusiva para Caraota Digital, la grave situación en la que se encuentra la clase trabajadora venezolana.
Entrevista desde el exilio / Foto: Cortesía
“Los trabajadores venezolanos y sus familiares han perdido progresivamente todos sus beneficios, su estabilidad y por supuesto sus sueldos y salarios. La clase trabajadora venezolana ha sido cubanizada, igualada hacia abajo y esclavizada al modelo castro, chavista y madurista”, dijo Ortega desde Perú, país donde reside desde el año 2006.
-¿Por qué asegura que los trabajadores venezolanos son esclavos?
“Porque hoy en día se ven en la necesidad de trabajar en precarias condiciones, sin materiales ni insumos, sin ningún beneficios para ellos ni sus familiares. No tienen sueldos dignos, han perdido todo el poder adquisitivo, no tienen HCM y en algunas ocasiones se ven en la obligación de aceptar bolsas de comida para compensar el salario. Un ejemplo claro son los obreros que el gobierno pone a barrer las calles, eso no es socialismo, eso es esclavitud”.
Carlos Ortega considera que están dadas todas las condiciones para que los sindicatos, en lugar de pedir discusión de los contratos colectivos, unifiquen a la clase trabajadora y conformen un frente en función de tomar las calles y protestar hasta lograr un cambio de gobierno.
“Con frecuencia algunos sindicalistas venezolanos se comunican conmigo para pedirme consejos, incluso, hasta algunos chavistas me han hecho llegar mensajes y no precisamente para amenazarme. Los trabajadores venezolanos deben entender que el problema que tienen frente sí es de orden político y la única manera de salir de esa esclavitud es colaborar para ponerle fin al gobierno que encabeza Nicolás Maduro”, dijo el líder sindical.
Ortega califica de “admirable” lo que hizo la clase trabajadora durante el año 2018, es decir, dejar el miedo y tomar las calles en demostración de descontento y no de sumisión.
“Por eso vaya mi público reconocimiento a su valiente lucha la cual debe continuar hasta lograr la libertad y la democracia de nuestro país. Este año la lucha debe seguir a pesar de los riesgos que se corren. Rubén González y todos los demás ferromineros detenidos son ejemplo de dignidad, corrieron el riesgo y hoy están siendo juzgados por un tribunal militar, pero el gobierno sabe que no podrá doblegarlos”.
Asamblea Nacional vs 10 de Enero
Al ser consultado sobre qué decisión pudiera tomar la Asamblea Nacional de cara al 10 de Enero, el presidente de la CTV, Carlos Ortega, indicó, en primer lugar, que toda la oposición venezolana, incluyendo a los miembros del Parlamento, debe entender, que en Venezuela no se vive una dictadura clásica sino que el país está literalmente intervenido por el régimen cubano.
“Si la oposición venezolana no se hubiese dividido ni se hubiese dejado comprar por la chequera de Hugo Chávez, si se hubiese organizado, si no hubiese perdido la calle, esa invasión cubana no hubiese avanzado como lo ha hecho. Lo que sucede en Venezuela no es un proyecto político ni siquiera de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, es un proyecto de Fidel Castro y sus sucesores”, indicó.
Ortega considera, en vista de la compleja situación política que vive el país, que la única manera de enfrentar al régimen de Nicolás Maduro es unirse y enviar un mensajede coherencia a la comunidad internacional.
-¿Enviar un mensaje de coherencia a la comunidad internacional para qué; usted está hablando de una invasión?
“No estoy hablando de una invasión, estoy hablando de una intervención humanitaria que detenga el avance del narcotráfico, del terrorismo, del vandalismo y de la hambruna. Los venezolanos ya no pueden solos y los militares tienen miedo. Estoy hablando de una intervención humanitaria de poco tiempo que logre sacar no solo a Maduro sino al Ejército de Ocupación Cubana, a los miembros del ELN, a los terroristas islámicos, a los iraníes y a todos esos irregulares que hacen negocios con el Gobierno. Hay que sacarlos no solo del Arco Minero del Orinoco sino de toda la sociedad venezolana”.
-¿Cuénteme el día después de esa intervención, quién gobernaría el país?
“En Venezuela hay suficiente reserva moral y además hay mucha gente dispuesta a regresar a suelo venezolano para ayudar con la reconstrucción del país. Debo dejar claro que dentro de esa reserva moral no figuran esos seudos dirigentes opositores que han negociado con los gobiernos chavistas”.
-¿No ha respondido mi pregunta, qué puede hacer la Asamblea Nacional de cara al 10 de Enero?
“Lo único que debe hacer la Asamblea Nacional el 10 de Enero, haciendo uso de la mayoría parlamentaria que el pueblo le otorgó, es desconocer a Maduro como presidente de la República porque desde ese momento sería un usurpador del poder, además de ser colombiano. El régimen tiene en sus manos un abanico de opciones para seguir acorralando a la AN, pero ésta tiene que hacer lo que le corresponde como único órgano de origen legítimo y legal”.
-¿Entonces no hay salida, el gobierno de Maduro es eterno y todopoderoso?
“No hay salida electoral, pero si la oposición se une de verdad, construye una alianza con nuevos liderazgos, con la iglesia, los partidos políticos, la sociedad civil organizada, el tejido social, la clase trabajadora y además toma las calles sin retorno logrará ponerle fin al gobierno de Maduro. En 1958 todos se unieron y sacaron a Marcos Pérez Jiménez y el 11 de Abril de 2002 todos nos unimos y sacamos a Hugo Chávez de Miraflores. Después algunos se engolosinaron con las pocas horas de poder y cometieron errores que permitieron el regreso del señor Chávez, pero yo hice mi parte y no me arrepiento de lo sucedido”.
-¿Usted sique siendo adeco a pesar de las duras críticas que ha hecho contra la dirigencia de AD?
“Yo moriré siendo un adeco de base. Y sí, mantengo mi crítica a la actual dirigencia adeca porque es imperdonable lo que han hecho, que es abandonar la calle y a su militancia. En una oportunidad, saliendo de un programa de televisión, tuve la oportunidad de hablar con Chávez y él me reconoció que a lo único que le tenía miedo era a los adecos porque era el único partido con arraigo popular y militancia hasta en el último rincón del país. Pues bien, la actual dirigencia dejó perder a ese ejército blanco y para mí eso es imperdonable”.
-¿Qué rescataría usted de estos 20 años de gobiernos chavistas?
“Lo único que se puede rescatar de estos 20 años es el país en ruinas que nos han dejado, no hay más nada que rescatar de ellos”.
-¿Sueña con volver a Venezuela?
“No solo sueño, estoy seguro que regresaré a mi país y será muy pronto y en libertad. El exilio me ha arrebatado muchas oportunidades importantes, no pude, por ejemplo, estar en el entierro de mi preciada madre y en el de mis hermanos. Estoy seguro que mis huesos no serán enterrados fuera de mi país. No tengo dudas, voy a volver a una Venezuela libre, democrática y llena de esperanzas”.
-¿Si tuviera tres minutos para hablar con Maduro qué le diría?
“Tres minutos es mucho. Solo le diría: La clase trabajadora venezolana te va a sacar de Miraflores, no tengas dudas de eso”.
Carlos Ortega Carvajal, presidente de la CTV, ha recibido dos asilos políticos durante los 20 años de régimen chavista, el primero otorgado por Costa Rica y el segundo otorgado por Perú, país donde reside desde hace 12 años.
En el 2005 fue detenido, acusado por la Fiscal Luisa Ortega Díaz de haber cometido los delitos de traición a la patria, rebelión civil y uso de documento falso, debido a su participación en el paro petrolero de 2002-2003.
Fue condenado a 15 años y 11 meses de prisión y luego llevado a la cárcel de Ramo Verde de donde se evadió, vestido de militar, el 13 de agosto de 2006.
Por: Yira Yoyotte
@YiraYoyotte