Alfred Nobel murió el 10 de diciembre de 1986, por eso mañana y como establece la tradición, el rey Carlos Gustavo de Suecia entregará en Estocolmo los premios que llevan el nombre del inventor sueco, que este año distinguen uno de los mayores descubrimientos de los últimos años, las ondas gravitacionales.
El monarca, acompañado de la reina Silvia, presidirá la ceremonia de Estocolmo a la que asistirán también desde el escenario la princesa heredera Victoria y su esposo, el príncipe Daniel.
La labor de la sociedad civil contra las armas nucleares; la fuerza emocional del escritor Kazuo Ishiguro; la observación de biomoléculas gracias a la criomicroscopía electrónica; las investigaciones sobre el reloj interno del cuerpo y los avances en la economía del comportamiento completan la nómina de premiados.
Pero la gran jornada de los Nobel empezará realmente en Oslo, donde el creador de los premios estipulo que se dieran el correspondiente a la Paz y que este año va a la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN) por sus esfuerzos innovadores para lograr su prohibición.
Las celebraciones se trasladarán después al Konsethus (Sala de Conciertos) de Estocolmo, que acoge la ceremonia desde 1926, y donde casi 1.600 invitados se darán cita a las 16.30 hora local (15.30 GMT) para honrar a los premiados en las disciplinas de Medicina, Física, Química, Literatura y Economía,
En esta ocasión, y por segundo año consecutivo, entre los premiados que se acerquen al centro del escenario para recibir el galardón de manos del monarca, no habrá ninguna mujer.
El nobel de Física honra, en esa ocasión, a los estadounidenses Rainer Weiss, Barry C. Barish y Kip S. Thorne por sus contribuciones «decisivas» en la puesta en marcha del detector LIGO, para detectar las ondas gravitacionales.
La exquisita sensibilidad y fuerza emocional del británico de origen japonés Kazuo Ishiguro son reconocidas con el premio de Literatura, mientras el de Economía será para el estadounidense Richard Thaler por su trabajo pionero en la economía del comportamiento.
El Nobel de Medicina distingue a los estadounidenses Jeffrey Hall, Michael Rosbash y Michael Young por sus descubrimientos sobre los ritmos circadianos de cuerpo y el de Química al suizo Jacques Dubochet, al germano-estadounidense Joachim Frank y al británico Richard Henderson por el desarrollo de la criomicroscopía electrónica.
Durante la ceremonia, los premiados, que serán brevemente presentados, recibirán de manos del rey una medalla, un diploma y un certificado monetario de 9 millones de coronas suecas (943.784 euros, 1,1 millones de dólares).
El acto de entrega se rige por un estricto protocolo, el cual prevé que los galardonados reciban el premio, realicen una reverencia al rey, otra a los miembros de la Academia Sueca y una tercera al público, tras lo que regresan a su lugar en el escenario.
Los discursos de aceptación los han realizado a lo largo de esta semana en la capital sueca, por lo que solo volverán a tomar la palabra tras en el banquete en su honor para realizar un breve agradecimiento.
La Sala de Conciertos estará adornada con miles de flores que envía la ciudad italiana de San Remo, donde murió Nobel, que se encarga también de la decoración del Salón Azul de Ayuntamiento de Estocolmo.
Será allí donde, tras la entrega de premios, se desplace la familia real, los laureados y los invitados para un banquete de gala que pondrá el punto final a las celebraciones.
EFE