Los jonrones conectados en los entrenamientos primaverales no suelen ser motivo de celebración, pero el caso de Carlos González es distinto. El toletero no podía contener su felicidad después de sacar ayer un vuelacerca en el campamento primaveral de Rockies de Colorado.
“Me siento muy bien. La rodilla no me está molestando para nada”, dijo el jardinero al Denver Post.
González no festejó el jonrón sino su salud. Después de un accidentado 2014, el slugger agradece estar alejado del cuarto de tráiners. Eso le permite volver a lucir como el bateador que ganó un título de bateo y que en 2013 parecía encaminado a pelear por el campeonato de jonrones de la Liga Nacional.
“Ahora puedo descansar todo mi peso en la pierna de atrás (la izquierda)”, detalló el zuliano. “Eso no lo pude hacer el año pasado. Es muy importante porque es la rodilla de atrás, y me ayuda a quedarme atrás. Yo suelo alzar el pie (derecho) al momento de batear, pero el año pasado tuve problemas para quedarme atrás con algunos pitcheos”.
Para González y para Colorado esa es una buena noticia.
El toletero zurdo se sometió a tres operaciones el año pasado, y la última fue para reparar varias lesiones en la rodilla izquierda. Antes, en enero, sufrió de apendicitis, y en junio le detectaron un tumor benigno en el dedo índice de la mano izquierda, que también lo obligó a pasar por el quirófano.
Por esa razón, el cuerpo técnico de Rockies intentará llevar con cuidado a González; de hecho, el mánager Walt Weiss dijo a los medios que el patrullero no participará en todos los juegos de la Liga del Cactus, porque desea que cumpla con la rehabilitación en el complejo primaveral de Colorado, en Scottsdale.
“Estos entrenamientos primaverales serán un poco distintos para nosotros dos”, reconoció González, en referencia a Troy Tulowitzki, quien también trabajará con un ritmo distinto. “Cuando nos sintamos listos para jugar, estoy seguro de que el mánager nos conseguirá un lugar. De cualquier manera, lo que en realidad nos importa es jugar durante la temporada”.
La gerencia de Colorado aspira a ver sanos tanto a Tulowitzki como a “CarGo”. Ellos son el corazón ofensivo de Rockies, y vienen de un año en el que se combinaron para ligar 32 jonrones y remolcar 90 carreras. Así que desean demostrar que pueden volver a ser los temibles bateadores capaces de dar más de 30 vuelacercas y promediar más de .300 de average.
“Todos los años dicen algo negativo de uno, así que nosotros usamos eso como motivación”, concluyó González. “Aunque tratamos de no prestarle mucha atención. Yo sé que puedo jugar y creo en mí mismo. Solo dejo que mi talento juegue. Trato de no escuchar lo que dice la gente”.
Fuente: Líder
