La pandemia incrementó la desnutrición infantil en el país en un 73 por ciento, según reveló la socióloga Susana Rafalli, representante de Cáritas Venezuela.
A su modo de ver, todo esto es producto de las dificultades para la generación de ingresos que ha tenido la población en situación de informalidad.
En declaraciones al programa En Contexto, de Unión Radio, Rafalli apuntó que actualmente ha mejorado un poco la situación, por efecto de las semanas de flexibilización sobre la actividad económica, pero no se ha podido retomar los bajos niveles de desnutrición infantil, que se había logrado antes de la pandemia.
No obstante la experta advierte que la situación es bastante crítica y tiende a empeorar, hasta que se hagan las rectificaciones económicas necesarias.
Susana Rafalli reiteró que en el país se impuso la instrumentación del hambre como una estrategia de control. Dijo que es evidente con la política de la entrega de las cajas Clap, mientras se vive en hiperinflación.
Comentó que mientras persista la hiperinflación, será imprescindible que las familias más pobres tengan acceso a la caja Clap. Entonces se produce un juego, entre que la inflación no se controla y estos alimentos se vuelven imprescindibles para utilizarlos en algunos momentos específicos de los procesos políticos, bajo la forma de extorsión o de regalos por parte de candidatos.
En su opinión, las cajas Clap también se utilizan como amenazas de no entregarlas, a familias que participen en protestas pacíficas, o a las que sencillamente difieren del gobierno.
Asimismo expresó que también hay evidencias de corrupción en el sistema alimentario oficial, como lo ocurrido con Lácteos Los Andes, lo cual fue denunciado por el propio presidente Maduro.
EL CARABOBEÑO