Humo negro, llamas, calles desoladas y efectivos militares en toda la ciudad. Es la actual Caracas de noche, que vive intensas protestas contra el gobierno, como también sucede en muchas otras ciudades del país.
Las manifestaciones, encabezadas por opositores al presidente Nicolás Maduro también tuvieron una de las respuestas más contundentes hasta el momento de parte de la Guardia Nacional y la Policía Nacional Bolivariana. Las redes sociales dieron cuenta de decenas de incidentes callejeros, muchos imposibles de verificar, pero que reflejan el caos en el que viven miles de residentes de la principal ciudad de ese país sudamericano.
Los manifestantes bloquearon en acciones relámpago calles o avenidas neurálgicas, con basura, objetos o cualquier cosa que sirviera para detener el tránsito.
Todo esto mientras un tribunal de Caracas ratificaba en horas de la madrugada del jueves una medida privativa de libertad contra el líder opositor Leopoldo López, quien enfrenta entre otras acusaciones, terrorismo y daños a la propiedad pública, por su participación en la marcha del pasado 12 de febrero.
Según informó el enviado especial de BBC Mundo a Caracas, Vladimir Hernández, la Guardia Nacional fue desplegada para limpiar calles y avenidas de protestas. Y ello incluyó gases lacrimógenos (incluso a edificios), disparos con perdigones y la detención de decenas de manifestantes.
Sin embargo, las redes denunciaban con testimonios gráficos la participación de grupos armados cuya identidad no ha podido confirmarse. En algunas zonas también se escucharon claros sonidos de armas de fuego, según se pudo conocer a través de testigos.
Llamas
Muchas calles, comúnmente a oscuras en la capital, están completamente iluminadas por las llamas de la basura encendida que corcovea hasta que llegan los militares a apagarlas. ‘Hay una guarimba en la avenida principal de El Valle…’, dice alguien desde el radio transmisor que tiene el chofer que conducía el auto donde iba nuestro enviado especial
Las guarimbas es el término dado al método de protesta que consiste en cerrar calles y avenidas con barricadas. ‘Hay algunas rutas que parecen haber sido abatidas por un huracán. No es broma’, asevera Hernández. Enormes ramas de árboles cortan la ruta. Sacos, contenedores, bolsas, cajas, todas regadas anárquicamente cierran el paso.
En ocasiones, como le contó una de estas manifestantes a BBC Mundo (que por seguridad no puede ser identificada), los que están detrás de estas acciones permanecen un rato contemplando lo que hicieron, o cantando una que otra consigna. Pero todos a correr cuando llegan los militares o la policía antimotines.
El gobierno de Maduro condenó enérgicamente las protestas. ‘Son los grupos estos quema-todo’ los describió el mandatario venezolano en una transmisión el miércoles en la noche. Tanto Maduro como sus funcionarios los llaman a estos manifestantes ‘fascistas’ y asegura que sólo buscan ‘la violencia’. Sin embargo, la prensa local reportó agresiones serias incluso con armas de fuego a manifestantes, edificios y automóviles en varias zonas en el este y oeste de Caracas.
El alcalde del municipio Chacao, Ramón Muchacho, reportó más de una decena de afectados por contunsiones, perdigones, quemaduras y bombas lacrimógenas a través de su cuenta de Twitter, y denunció además que un grupo de estudiantes y periodistas quedaron atrapados en un edificio de Altamira, barrio de esa zona, mientras en las afueras se escuchaban detonaciones.
Mientras Maduro hablaba al país en una transmisión obligatoria de radio y televisión, la Guardia Nacional actuó con fuerza. Una de las manifestantes previamente en contacto con BBC Mundo contó que tuvo que esconderse en un edificio de la Guardia Nacional que la perseguían y que incluso habría lanzado bombas lacrimógenas hacia el interior del edificio.
La versión fue confirmada por testigos independientes que vieron lo ocurrido.
Controversia
‘Hay guarimbas en Bello Monte también, y ya Santa Fe quedó libre…’, indicaba la radio del auto en la que circulaba nuestro el enviado especial de BBC Mundo esta noche del miércoles. Las zonas que despeja la Guardia Nacional recuperan la libertad de tránsito mientras dura la presencia de los efectivos. Luego vuelven a surgir, como desde las sombras las cajas de cartón, las bolsas de basura en llamas, y sobre todo el humo que delata su presencia.
Las ‘guarimbas’ surgieron durante una serie de protestas que se desataron durante un paro nacional que entre finales de 2002 y principios de 2003 se efectuó por la oposición a Hugo Chávez en Venezuela. El método de protesta, en ese entonces, creó fuertes cuestionamientos dentro del sector opositor, además de aquellos en el chavismo.
Laura Candent, una manifestante le dijo a BBC Mundo que entendía la molestia que crea el cierre de calles y avenidas, pero defendió la práctica. ‘Si es verdad que algunos puedan llegar tarde a su trabajo porque se haya cerrado una calle, pero nosotros les decimos que si no protestamos ahora quizás en diez años esa persona no tenga un trabajo por cómo están las cosas’, señaló.
‘La situación está cada vez peor, no hay derecho a que muchas familias tengan que hacer colas (filas) para comprar comida, y eso si pueden pagarla (por la elevada inflación existente)’, agregó.
La frustración existe por vivir en unos de los países con mayor criminalidad e inflación del continente y haber sufrido en el último año dos devaluaciones que llevaron a la tasa no oficial del dólar a ser casi 10 veces superior al precio oficial. De acuerdo a algunos analistas consultados muchos de los que no apoyaban antes a las ‘guarimbas’ ahora sí lo hacen porque no encuentran otra forma de mostrar su descontento.
Y es que la oposición venezolana no tiene un escenario electoral al cual aspirar para impulsar un cambio. De ahí, coinciden varios análisis, que se busca forzar la mano con acciones radicales. Esta vez, la respuesta de la Guardia Nacional y otros grupos armados, según reportan testimonios en las redes sociales, ha sido la más enérgica y dura de todos los años del chavismo.
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Agencias