El furor por adquirir productos de línea blanca en la sucursal de Imgeve, en la carrera 19 con calle 30 es tal, que desde hace nueve días amas de casa, acompañadas por algún miembro de su familia amanecen afuera del establecimiento comercial, procurando los primeros puestos.
A pesar de sus esfuerzos, más de uno ha quedado coleado por supuestos revendedores o bien bachaqueros que arman incluso más de 10 listados, en los que meten a otra gente a su conveniencia, según los encuestados.
Con su bebé de dos meses en brazos, sudorosa y agotada, Nadia Sivira, habitante de la comunidad El Caribe sector II, contaba decepcionada que ella ha sido excluida en cuatro oportunidades de listas en las que compradores tratan de realizar para mantener el flujo hacia el establecimiento, de forma ordenada.
Después de haber pagado finalmente un horno incorporable en 8 mil 500 bolívares y una lavadora automática con capacidad para 12 kilos en 17 mil bolívares, Nadia Sivira contaba que hay revendedores atrevidos que exigen a quienes duermen a la intemperie allí una vacuna de 500 bolívares, monto que nadie está dispuesto a pagar. Después de las 4:00 de la tarde aún la gente esperaba comprar.
Crédito: Pascual Filardo
Gabriel Grisanti
La Prensa