Ayer se supo extraoficialmente que el superintendente nacional de Valores, Tomás Sánchez, sería removido de su cargo. Hasta el momento se desconoce quién será nombrado en su lugar. Al parecer la razón de su salida está relacionada con su negativa a apoyar la derogatoria de la Ley contra Ilícitos Cambiarios.
Sánchez fue el brazo ejecutor del cierre de las casas de bolsa y de las sociedades de corretaje, que a través del mercado de permuta realizaban operaciones por un monto promedio de 40 millones de dólares diarios. Este sistema legal de adjudicación de divisas le daba oxígeno al mercado, pero con su desaparición comenzaron las distorsiones que permitieron que la brecha entre el dólar oficial y el paralelo se disparara.
Fuente: El Nacional
