Lo que hace unos años se podía adquirir ahorrando se ha vuelto algo inalcanzable para el ciudadano promedio. Es que comprarse un par de zapatos en la isla de Margarita se ha vuelto un lujo, pues los altos precios del calzado pueden llegar a parecer hasta ridículos.
Unos zapatos deportivos de marcas como Adidas o Nike se consiguen entre 25.000 y 50.000 bolívares, por lo que quienes devengan un sueldo mínimo o un poco más ni siquiera pueden aspirar a adquirirlos. Una persona que gane el salario mínimo debería reunir tres veces esa cantidad, sin tocarlo, para comprar un par de estas marcas extranjeras.
Es que la isla de Margarita hace mucho dejó de ser el destino comercial que otrora fue. La variedad de marcas, modelos y precios del calzado ya no es la misma y los insulares y turistas lo saben.
Vanessa Comarco, gerente de Rockland, señaló que quienes compran sus botas son turistas extranjeros como colombianos, argentinos, brasileños y trinitarios, pues los margariteños poco compran y se quejan constantemente de los precios de los productos que ofrecen. Aseveró que las ventas de esta tienda no son las mejores, por lo que solo tienen dos empleados a pesar de necesitar más. Por otra parte dijo que la reposición de mercancía se hace mensualmente.
Asimismo, Eduin Morey, subgerente de Florsheim, dijo que las ventas durante y luego de la temporada alta vacacional no fueron las mejores. Agregó que desde hace mucho tiempo no se dota a esta tienda con mercancía nueva.
Morey explicó que los clientes fuertes de esta tienda son los turistas extranjeros a quienes les beneficia el cambio de la moneda y a pesar de los precios, elevados para los neoespartanos, adquieren los zapatos sin remordimiento.
«Los margariteños poco compran en la tienda. Siempre que entran se quejan de los precios que van desde cinco mil hasta los 35.000 bolívares».
Las mujeres tienen opciones más económicas como la tienda Bandolera, donde sandalias y zapatillas se consiguen desde Bs 1.800 hasta los seis mil bolívares. Yanina Suárez, encargada de esta tienda, dijo que hay buenos precios pero la mercancía es poca y no se renueva desde hace mucho tiempo.
Divisas
Jonathan González, gerente de Actitud, agregó que durante la temporada alta se registraron buenas ventas, pero desde el 15 de septiembre han vendido muy poco.
González agregó que no han comprado mercancía nueva desde hace tiempo y asegura que se debe a la limitación que existe para la adquisición de moneda extranjera.