El esqueleto humano está compuesto por un tipo de tejido conectivo reforzado con calcio y células óseas. Los huesos tienen un centro más blando, llamado médula, donde se producen las células sanguíneas. Cualquier parte de esta estructura es susceptible de sufrir una fractura, que es la falta de continuidad normal de la sustancia ósea o cartilaginosa, debido a golpes, fuerzas o tracciones, cuyas intensidades superen la elasticidad del hueso.
De acuerdo con Luis Velásquez, médico cirujano y director de operaciones del Grupo Venemergencia, se denomina fractura a la pérdida de continuidad de la superficie ósea. Es decir, la ruptura de un hueso, la cual puede ser total o parcial. Generalmente se genera por traumatismos directos, compresión brusca, impacto directo, rotación o movimiento forzado.
¿Qué medidas tomar?
Velásquez afirmó, que ante estos casos, es fundamental mantener el control y calmar al paciente. “La mejor manera de mitigar el dolor es lograr inmovilizar la lesión para que se mantenga estable y se movilice lo menos posible. Para esto, se puede utilizar una férula pre-fabricada o improvisada que evite el movimiento de la extremidad y que haga que el paciente se mantenga cómodo”.
En lo que se refiere a fracturas en niños o personas mayores, el médico aclaró que en general, el manejo no varía significativamente de acuerdo con la edad del paciente. En todos los casos se debe proceder de la misma forma.
Velasquez añadió que una de las acciones inmediatas más importantes a realizar en estos casos es contactar al servicio de emergencia médica disponible de acuerdo a su ubicación. Dichos servicios pueden ser públicos o privados, y su función será estabilizar al paciente y la lesión para trasladarlo a un centro asistencial, donde se realicen los estudios de imagen (Rayos X) y sea evaluado por un especialista.
Asistencia efectiva y oportuna
La corporación de servicios de salud Venemergencia, cuenta con un sistema eficaz y accesible, que permite a los pacientes recibir atención de manera inmediata y oportuna ante tales eventos. En tal sentido, el galeno explicó que ante un evento de fractura, el procedimiento en la empresa consiste en recibir el servicio, validar la ubicación e información general del paciente y dar las indicaciones iniciales.
“Posteriormente se hace el envío de una unidad con personal profesional entrenado, paramédico y/o médico, quienes se aseguran de inmovilizar adecuadamente al paciente, administrar tratamiento analgésico -de considerarlo necesario-, y realizar el traslado al centro de salud”, explicó el director de operaciones.
Para finalizar, resaltó la importancia que tiene la atención primaria en estos casos, ya que puede evitar la aparición de complicaciones propias de este tipo de lesiones, como lo son en vasos sanguíneos o las neurológicas. Este tipo de lesiones son generalmente alarmantes y dolorosas por lo que el soporte inicial es fundamental.
Autocuidado después de una fractura
Siga los consejos de su médico. Algunas sugerencias generales incluyen:
Evitar el calor directo sobre la zona fracturada, por ejemplo las bolsas de agua caliente.
Descansar la extremidad fracturada tanto como sea posible.
Usar las técnicas indicadas por las enfermeras para caminar o realizar las actividades diarias. Por ejemplo, se corre el riesgo de una lesión mayor si se usan las muletas incorrectamente.
Evitar cualquier levantamiento o la conducción hasta que la fractura haya sanado.
Si siente picazón en la piel debajo del yeso, no introduzca nada entre el yeso y su miembro (gancho de ropa o lápiz). En su lugar, utilice un secador de pelo par¿a soplar aire fresco dentro del yeso.
Evitar que el yeso se moje, ya que si se humedece puede volverse suave y no proporcionaría el apoyo necesario. Un yeso húmedo también puede irritar la piel. Al ducharse, envuélvalo en una bolsa de plástico con cinta adhesiva para mantener la zona bien seca.
Consultar al médico de inmediato si tiene hinchazón, coloración azul o pérdida del movimiento en los dedos, hormigueo, adormecimiento o aumento del dolor.
Fuente: Panorama