Las ventas de las 100 mayores empresas de armamento experimentaron un retroceso en 2022 pese a la fuerte subida de la demanda, debido a problemas en la producción y retrasos, según un informe difundido por el Instituto Internacional de Estudios para la paz de Estocolmo (SIPRI).
Las ventas conjuntas ascendieron a 597.000 millones de dólares, un 3,5 % menos en términos reales en comparación con el año anterior, en un contexto en el que la guerra en Ucrania y las tensiones geopolíticas han disparado la demanda de armas.
«A pesar de recibir nuevas órdenes, muchas compañías de armas de Estados Unidos y de Europa no pudieron aumentar de forma significativa su capacidad de producción por falta de mano de obra, costos disparados e interrupciones en la cadena de suministro exacerbadas por la guerra de Ucrania», señala el SIPRI.
El hecho de que muchos países hicieran sus pedidos de armas a finales de año y el desfase entre pedidos y producción supusieron que ese incremento no se haya reflejado en los ingresos de las compañías en 2022, pero sí se espera que ocurra en 2023 y en años posteriores.
Armamento: EEUU conserva la hegemonía
Estados Unidos conserva su hegemonía mundial con 42 compañías entre las 100 primeras y el 51 % de los ingresos totales pese a la caída interanual del 7,9 %.
Como en el último lustro, las cinco primeras compañías de la lista son de ese país: Lockheed Martin, Raytheon, Northrop Grumman, Boeing y General Dynamics, en orden decreciente.
Las grandes firmas estadounidenses empiezan a experimentar un flujo de pedidos relacionados con la guerra en Ucrania, pero los problemas en la producción y los retrasos acumulados provocan que «los ingresos probablemente sólo se verán reflejados en la contabilidad en dos o tres años».
En Europa, las ventas conjuntas de armas de las 26 compañías incluidas en el top 100 ascendieron a 121.000 millones de dólares, un 0,9 % más interanual.}
El SIPRI resalta que el conflicto en Ucrania ha creado «demanda de material apropiado para una guerra de desgaste, como munición y vehículos acorazados», lo que ha beneficiado a compañías basadas en Alemania, Noruega y Polonia, entre otros.
A diferencia de Europa y Estados Unidos, en Asia-Oceanía y en Oriente Medio hubo un aumento «substancial» de los ingresos por ventas de armas, apunta el informe.
Las 22 firmas de Asia-Oceanía del top 100 ingresaron 134.000 millones de dólares (123.000 millones de euros) por venta de armamento, un 3,1 % más.
«La demanda interna y la confianza en proveedores locales protegió a las empresas armamentísticas asiáticas de las interrupciones en la cadena de suministro en 2022. Compañías de China, India, Japón y Taiwán se beneficiaron de inversiones gubernamentales sostenidas en modernización militar», señala el SIPRI.
Las firmas chinas acapararon el 18 % de los ingresos totales, con 108.000 millones, un 2,7 % más.
Oriente Medio fue la región que mayor aumento experimentó, un 11 %, y las siete grandes compañías incluidas, que están especializadas en productos menos sofisticados, vendieron armas por valor de 17.900 millones de dólares (16.377 millones de euros).
El informe resalta que, debido a la falta de datos, únicamente se incluyeron dos compañías rusas en el top cien, con una venta combinada por 20.800 millones (19.030 millones de euros), un 12 % menos.
El Universal