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Buscando una nueva Tierra

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Buscando una nueva Tierra

La búsqueda de vida en otros planetas siempre ha fascinado a la raza humana y el desarrollo tecnológico se ha convertido en un gran aliado en este sentido, no en vano, todos los grandes centros de investigación se han empeñado en llegar cada vez más lejos y descubrir los misterios del cosmos y sus habitantes.

 

El avance más reciente involucra a los llamados exoplanetas, aquellos que están más allá del sistema solar, y que al parecer, conforman un vecindario bastante grande, según confirma el reciente descubrimiento de 715 nuevos planetas, 90% de los cuales son más bien pequeños y están formados básicamente por gases.

 

Pero lo realmente importante es que cuatro de ellos se encuentran en lo que la NASA llama «zona habitable», es decir, reúnen las condiciones necesarias para mantener agua en su estado líquido. Estos planetas fueron descubiertos en el marco de la misión espacial Kepler, puesta en órbita en marzo del año 2009, con el objetivo de vigilar más de 150.000 estrellas cercanas a la constelación Cygnus, en una búsqueda que podríamos calificar como una cacería interestelar.

 

Ahora bien, esta reciente oleada de descubrimientos no es una coincidencia, pues para confirmar el potencial de los nuevos hallazgos, los científicos de la NASA diseñaron una nueva técnica de análisis de datos, conocida como «verificación por multiplicidad», que se basa en la lógica de la probabilidad, bajo la premisa de que si una estrella muestra múltiples disminuciones de luminosidad debe ser por la presencia de planetas, ya que sería muy difícil que el mismo fenómeno, con la misma configuración, se debiera a otra razón.

 

Nuestro gemelo

 

De los cuatro exoplanetas que han llamado la atención de la NASA, destaca un posible gemelo de la Tierra, el cual órbita alrededor de una estrella similar al sol, a unos 600 años luz de nosotros. Se le ha bautizado como Keppler 22b, y aunque es más pequeño que nuestro globo, es el primero con condiciones de habitabilidad que se ha encontrado en ese sistema.

 

El descubrimiento de este peculiar exoplaneta fue anunciado el 5 de diciembre de 2011 por el joven astrónomo venezolano Nelson Rivero, y posteriormente confirmado. Su radio es aproximadamente 2 veces el de la Tierra y orbita alrededor de la estrella tipo G Kepler. Aunque se desconoce la composición exacta de su masa y superficie, se sabe que su densidad es parecida a la terrestre, mientras que la gravedad se calcula en 2,4 veces mayor que la de nuestro planeta.

 

El Keppler 22b, está localizado en una región con temperaturas adecuadas para mantener agua en estado líquido, requisito fundamental para la vida, una característica que también comparten los exoplanetas Gliese 581d y HD 85512, que también orbitan en los límites habitables de sus estrellas, sin embargo, son estructuralmente más parecidos a Venus o a Marte que a la Tierra.

 

Queda un largo camino por recorrer, pero sin lugar a dudas se trata de un importante hallazgo, considerando que hasta hace sólo dos décadas, los astrónomos no habían hallado ningún planeta en torno a estrellas fuera de nuestro Sistema Solar.

 

Mundos en detalle

 

El Kepler-62 es una estrella ligeramente más fría y pequeña que el Sol, que se encuentra en la constelación de Lyra, situada a unos 1200 años luz de la Tierra, razón por la cual no puede ser observada a simple vista. Tiene una temperatura superficial de 4925 K, una edad aproximada de siete mil millones de años, y cuenta con cinco planetas.

 

De este grupo, los planetas designados con las letras “E” y “F”, son considerados los mejores candidatos para calificar como planetas sólidos, y ambos están dentro la llamada zona habitable, lo que significa que podrían tener agua líquida en su superficie.

 

Le sigue el sistema Kepler-69 con dos planetas, designados con las letras “B” y “C”, el primero duplica el tamaño de la tierra y orbita a su estrella cada 13 día; mientras que el segundo, 70% más grande que nuestro globo terráqueo, tiene un periodo orbital de 242 días. Aún se desconoce la composición de estos exoplanetas.

 

La estrella del sistema Kepler-69 pertenece a la misma clase que el Sol, que se conoce como tipo-G. Tiene el 93% del tamaño del astro rey, una luminosidad de 80% y se encuentra aproximadamente a 2.700 años luz de la Tierra en la constelación Cygnus. Mientras que el Kepler22b es el planeta más parecido a la tierra de todos los descubiertos hasta ahora.

 

 

 

Diario las Américas

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