Buscan estrategias para reducir apatía de electores

Buscan estrategias para reducir apatía de electores

Las elecciones del 8 de diciembre no son unas municipales cualquiera. La oposición se propuso una meta clara: sacar más votos que el oficialismo y convertir los comicios en una suerte de plebiscito que, a juicio de los dirigentes de la Mesa de la Unidad Democrática, demostrará que Nicolás Maduro no ganó las presidenciales del 14 de abril y que su respaldo va en picada. El oficialismo se ve obligado a perseguir los mismos objetivos. Ambos líderes, Henrique Capriles Radonski y Maduro, impulsarán esa idea de plebiscito para que la gente salga a votar, en unos comicios que se han caracterizado por la baja participación.

 

Capriles se adelantó y dio la orden: «Estas elecciones son clave. El número de votos de la alternativa democrática tiene que ser mayor que el número de votos maduristas. Nosotros creemos en el poder del voto para cambiar las cosas».

 

El oficialismo buscará legitimar a Maduro y demostrar que el pueblo apoya su gestión. No sólo más votos, también pretende hacerse, como afirman sus voceros, con 80% de las alcaldías.

 

Pero hay una diferencia entre las elecciones presidenciales y las municipales que podría afectar que ambos bandos consigan su objetivo: la participación. Desde hace 21 años la abstención en los comicios locales duplica a la que se ha registrado en las presidenciales.

 

El promedio de abstención en las elecciones regionales desde 1992 hasta 2008 ­en las que también se escogieron alcaldes­ fue de 46,5%, mientras que en las presidenciales de 2006, 2012 y 2013 fue de 21,71%, más de la mitad.

 

Con una tradición de participación baja en las municipales, ¿es posible convertirlas en un plebiscito? Hay posiciones encontradas. Con casi 50% de abstención se complica vender la idea de que el país decidió.

 

El director de Datanálisis, Luis Vicente León, opina que, precisamente por esa pretensión de medir la aceptación de la gestión de Maduro, la participación del 8D será mayor al de otras municipales.

 

«Normalmente, la participación en unas locales es más baja. Llama menos la atención escoger un alcalde que un presidente. Pero esta elección es atípica, es un plebiscito simbólico. El protagonista será el debate nacional alrededor de Maduro y su gobierno, no los liderazgos locales. Los independientes se motivarán por el voto castigo que ha propuesto Capriles», explicó.

 

«Que poca gente participe en las elecciones municipales resulta una contradicción, porque se trata precisamente de las autoridades más cercanas a las personas, de quienes participan directamente en la resolución de sus problemas», opinó la directora del Instituto Venezolano de Estudios Sociales y Políticos, Francine Jacome.

 

Manifestó que esto puede ocurrir porque los recursos son mayores en una campaña nacional y, por tanto, tiene más impacto en el electorado. Sin embargo, coincide con León en que se espera una participación mayor en estas municipales (de 70%, de acuerdo con el IVAD), porque estará marcada por la coyuntura nacional.

 

«Además del planteamiento del plebiscito, será una medición de fuerzas con respecto a los resultados del 14 de abril», agregó.

 

La carta de la oposición para inspirar es Capriles. «Lo natural es que Capriles sea el jefe de campaña. Maduro también tiene que salir en reacción a eso, va a tratar de ser un portaaviones, aunque es más débil que Chávez», acotó el director de Datanálisis.

 

Advierte que aunque se espera una participación mayor que en otros comicios locales, quizá no sea tan amplio como quisiera la MUD, porque hay una desmotivación relacionada con la elección pasada.

 

Seguidores de la oposición han cuestionado la pasividad de Capriles luego de desconocer los resultados el 14A y que se anunciara la decisión del TSJ que desestimó las 10 impugnaciones a esos comicios. Ese descontento podría desembocar en una baja participación.

 

Cuando el gobernador de Miranda llama a votar el 8D, es común ver comentarios de descontento en Twitter como el del usuario @PonPiki, que escribió: «Señores MUD y Capriles, no se olviden de que aquí se robaron las elecciones, el mayor crimen que se puede cometer en una democracia.

 

No sigan como si nada».

 

Otro mensaje en los últimos días, de @AndsxD, dice: «Entonces Capriles cree que con el 8D se demostrará la `democracia’ en Venezuela, que siga creyendo en pajaritos preñados». También hay uno de @ManuelVoto, que escribió: «MUD y Capriles enfriaron al pueblo, ahora éste se encuentra apático».

 

Tales respuestas a comentarios de Capriles son comunes y parecen complicar el panorama a quienes esperan una alta participación el 8D.

 

Estrategias. ¿Cómo motivar a suficiente gente para que la participación sea alta y las municipales tengan la fuerza de un plebiscito? Cada bando tiene su estrategia.

 

Carlos Mascareño, integrante del equipo electoral de la MUD para las municipales, mostró en un encuentro con representantes de las regiones la ruta que seguirán.

 

Primero, usar el liderazgo de Capriles para entusiasmar.

 

Luego consolidar la «unidad perfecta» con la tarjeta única y con la resolución de conflictos de candidaturas, para lo cual la MUD creó una comisión que revisa caso por caso las divisiones, con la esperanza de convencer a quienes se lanzaron fuera de la alianza de que se retracten. Además, establecer una comunicación eficaz con los electores a través de medios tradicionales y alternativos.

 

También buscarán evidenciar en la campaña la conflictividad social del país, con énfasis en los problemas económicos.

 

Utilizar un discurso paraguas de campaña, que compartan todos los candidatos y funcione para todo el país, pero a la vez focalizar la campaña en municipios, parroquias y centros electorales.

 

En el oficialismo, el instrumento de motivación es claro: el 1 por 10 que tan efectivo ha resultado en el pasado. Ya lo dijo Francisco Ameliach en su cuenta de Twitter: «La primera tarea que deben cumplir nuestros candidatos es la de reunir a las Unidades de Batalla Hugo Chávez. La organización será vital». Esas unidades son las que deben captar a los potenciales electores e incluirlos en las listas del 1×10. La idea es que también se involucren con los problemas de la gente.

 

La estrategia del oficialismo también busca motivar con la fusión de liderazgos nacionales y locales en la campaña, explicó el dirigente del PSUV en Zulia Robert González.

 

Dijo que la selección de figuras conocidas también busca motivar, porque le dan una connotación nacional a la elección, sin descuidar el liderazgo de base. Otra forma de impulsar a los votantes, agregó González, será con la utilización de misiones como banderas de campaña. La Misión Vivienda a la cabeza.

 

 

Fuente: EN

Comparte esta noticia:

Contáctanos

Envíe sus comentarios, informaciones, preguntas, dudas y síguenos en nuestras redes sociales

Publicidad

Si desea obtener información acerca de
cómo publicar con nosotros puedes Escríbirnos

Nuestro Boletín de noticias

Suscríbase a nuestro boletín y le enviaremos por correo electrónico las últimas publicaciones.