2012/2013 será recordada como una temporada con muchas e importantes despedidas seriéfilas. Series que se van para no volver, que emiten su capítulo definitivo, aquel que determina cómo acabarán los personajes. Series que ya no tendrán una temporada más. Ya no se habla de Season Finale, sino de Series Finale.
De las despedidas de este año sin duda ‘Breaking Bad’ es la más dolorosa para los seriéfilos. El 11 de agosto comienza la segunda parte de la quinta temporada, compuesta por 8 capítulos, que decidirán el final (con toda seguridad no feliz) de Walter White y Jesse Pinkman. Si algo caracteriza a la serie creada por Vince Gilligan es por haber crecido con cada temporada, por transformarse continuamente, por saber dar a los espectadores mucho más de lo que esperan.
Sin ‘Breaking Bad’, la televisión se queda huérfana de una de las mejores ficciones que se hayan estrenado jamás. Lo hace además con muchas incógnitas sobre lo que puede pasar, y esta es quizás su mayor virtud. Se pueden imaginar muchos escenarios, pero sólo hay dos posibilidades: el triunfo o la caída de Walter White.
Otra gran despedida es la de ‘Dexter’ que comienza su octava y última temporada el 30 de junio. Al igual que ‘Breaking Bad’ el final se reduce a dos personajes a vida o muerte; a una mesa y un cuerpo envuelto en plástico. El cuerpo tiene dos caras: la de Dexter o la de Debra. Uno de los dos morirá acuchillado por el otro, o al menos eso lo que se intuye de las diferentes promos y tras lo ocurrido en la gran séptima temporada.
Desde el piloto sabíamos que ‘Dexter’ no sería una serie con happy ending, pero nunca imaginamos que Debra fuese capaz de hacer lo que hizo por su hermano al final de la séptima temporada. Ahora la vida de ambos está en juego y sólo uno sobrevivirá.
Otras despedidas menores
Con menos bombo también dijo adiós este año ’30 Rock’ (NBC), la última comedia clásica de la televisión. De audiencia pequeña pero con un gran guión, la sitcom protagonizada por Tina Fey y Alec Baldwin dejó atrás 138 episodios de una gran calidad y estilo único.
Por la puerta de atrás se ha marchado hace unas semanas ‘The Big C’ (Showtime), protagonizada por Laura Linney. La serie que intentó dar una visión sarcástica del cáncer tuvo un comienzo extraordinario y después de su primera gran temporada fue quemando su munición hasta quedarse sin nada. Menos de 500.000 espectadores despidieron la serie el pasado 20 de mayo. Pocos la echarán de menos.
Menos añorada aún será ‘Gossip Girl’ (CWTV), una serie que duró mucho más de lo necesario. La ficción de los chicos del Upper East Side sufrió una larga y lenta agonía durante varias temporadas y dejó de interesar a los muchos seguidores que tuvo durante sus dos primeros años. Sus tres últimas tres temporadas mezclaron el ridículo y la vergüenza ajena con descaro.
En la misma línea dijo adiós ‘Private Practice’, spin-off de ‘Anatomía de Grey’ que se despidió bajo mínimos de audiencia y con final insulso y facilón. No obstante, la serie se mantuvo en antena durante 6 temporadas y 111 episodios. El piloto fue visto por más de 14 millones de espectadores, mientras que el episodio final apenas superó los 5 millones.
Despedidas grandes, medianas y pequeñas. Todos los años decimos adiós a muchas series, aunque algunas despedidas causan mayor dolor seriéfilo que otras. Decir adiós a ‘Breaking Bad’ y ‘Dexter’ será duro y difícil. Pero ha sido un lujo disfrutar de tantos y tantos capítulos en su compañía. Dos grandes series que tendrán dos grandes finales.