Brasil está trabajando para expandirse a nuevos mercados para sus cafés especiales, como Oriente Medio y el este de Asia, para compensar la caída de las exportaciones de sus mejores granos.
La exportación de cafés diferenciados brasileños ha caído un 14,9% desde 2019, según datos del consejo de exportadores de café de Brasil (Cecafé).
Las ventas a los mercados tradicionales aún sienten las consecuencias del confinamiento, cuando muchas cafeterías cerraron, reduciendo «el consumo de cafés diferenciados, que aún se realiza principalmente fuera del hogar», tal y como explica Paulo André Kawasaki, portavoz de Cecafé.
Brasil produce cada año 8 millones de sacos de cafés especiales, según la Asociación de Cafés de Especialidad de Brasil (BSCA por sus siglas en inglés) y exporta un 80% de las mismas.
La media de precio de un saco de café diferenciado, una categoría que comprende los cafés de especialidad junto con otros que poseen algún certificado de sostenibilidad, es de 1.140 reales (233 dólares), valor que supera en 187 reales (38 dólares) al café normal.
En este contexto de declive de las exportaciones, el director ejecutivo de la BSCA, Vinícius Estrela, observa una tendencia alentadora en la expansión hacia Oriente Medio y el este de Asia, que están creciendo «vigorosamente» debido a la transformación de los hábitos de consumo de café tras la pandemia.
En el caso de Emiratos Árabes Unidos, las importaciones de este tipo de producto crecieron un 30% en 2022, según los datos recogidos por la asociación liderada por Estrela.
Desde la BSCA también observan un crecimiento del «interés del mercado chino en Brasil», que se refleja en la cantidad de profesionales del país que acuden a eventos relacionados con este producto.
Un cambio de gustos en el consumo de café
La pandemia ocasionó un cambio significativo los hábitos de consumo, lo que se ha convertido en una oportunidad prometedora para los cafés especiales de origen brasileño, a pesar de que tuvieron una caída del 9,6% en las exportaciones en el último año.
Según palabras de Estrela, el regreso al consumo de café fuera del hogar después de meses preparándolo en casa, ha generado en las personas un anhelo por nuevas experiencias.
«Ahora se da un búsqueda por aquello que hace diferente a un café, lo que está creando más oportunidades para los pequeños negocios», declara.
Un ejemplo ilustrativo se encuentra en Japón, país donde tradicionalmente se preferían perfiles de sabor dulces o con gusto a chocolate.
Sin embargo, tras el confinamiento, parte de la población comenzó a interesarse por «cafés más exóticos, como por ejemplo fermentados, más licorosos o ácidos», sostiene Estrela.
Variaciones en los mercados consolidados
La tendencia a buscar la novedad ha impactado también en los mercados más consolidados del café, como es el caso de Estados Unidos, país que adquiere aproximadamente el 20% de la categoría especial proveniente de los productores de café de Brasil.
«Estos mercados buscan una diferenciación, por lo que están comprando cafés muy bien puntuados o con perfiles sensoriales diferentes al tradicional», apunta el director del BSCA.
Otro fenómeno que han analizado desde la asociación es el aumento de negocios centrados en el café especial, ya sean cafeterías o microtorrefactores.
Este es el caso de España, país que «ha ido aumentando progresivamente la importación hasta alcanzar las dos cifras este año», concluye Estrela.
CNN